Capítulo 20

27.1K 2.2K 232
                                    

Noan

-sabes por donde salir- hablo hacia la pelinegra de ojos cafés quien termina de arreglar su ropa mientras abrocho mi camisa.

-lo sé, jefe- responde ella- llevamos más de un año haciendo esto, no debe de preocuparse.

-no estoy jugando, Irina- comienzo a abrochar mis puños- la puerta trasera, sin que nadie te vea- ordeno.

-entendido- entra al baño y solo ruedo los ojos.

Tocan la puerta de la habitación.

-adelante- una de mis empleadas entra.

-señor, tiene visitas- habla y asiento.

-en un momento bajo- sale de aquí y solo continúo vistiendome.

-¿nos veremos esta noche?- la pelinegra pregunta una vez que sale del tocador.

-no lo creo- es todo lo que me limito a responder- creí ser claro al decir que era yo quien estipulaba cuando nos veríamos- la miro y sus ojos cafés me miran de la misma manera- por lo tanto debes de estar en el club, tu hora de entrada se ha pasado.

-¿me descontará aún cuando es gracias a usted que estoy aquí?- pregunta burlona, de mi parte no veo ni un poco de gracia.

-lo haré- la sonrisa en su rostro se elimina- y el tiempo sigue contando.

Es todo lo que digo para salir de la habitación y comenzar a bajar las escaleras, llego a la sala de estar pero esta está desierta, estoy a punto de llamar a la señora de servicio pero unas manos cubren mis ojos.

-sorpresa- susurra alguien cerca de mi oído.

-nunca dejarás de hacer está mierda- hablo una vez que reconozco aquella voz, la mujer que cubre mis ojos comienza a reír mientras me deja lentamente.

-por supuesto que no- suelta- joder a Noan Salvatore es una de mis prioridades en este mundo- volteo lentamente hasta quedar frente a la mujer de cabellera oscura y ojos marrones quien me mira con una enorme sonrisa.

-Leilani Petrova nunca cambia- se lanza a mis brazos y la acepto mientras escucho como ríe- ¿qué te trae a Francia?- pregunto y ella solo se limita a separarse poco a poco mientras caminamos hasta uno de los sofás.

-tengo una presentación importante- comienza- además, estoy invitada a algunos eventos, ya sabes, el mundo de la farándula.

-tengo a una celebridad en mi casa- comienzo- debería aprovechar y pedirte autógrafos para después venderlos- ríe acomodando su cabello castaña oscuro.

-¿vender mis autógrafos cuando tienes todo un imperio a tus manos?- comienza- soy yo quien debería de utilizarte a ti.

Reímos.

-¿cómo es que llegaste hasta acá?- pregunto y se limita a rodar sus ojos, como si estuviera recordando.

-mi padrino me ha puesto seguridad- comienza- no estamos hablando de cualquier seguridad- prosigue- hablamos de seguridad verdadera, tengo detrás de mí a la seguridad de la mafia- prosigue de manera exagerada- después de que un fan loco intento atacarme todos a mi alrededor enloquecieron, mi padrino no fue la excepción, dejó a mi disposición a un par de hombres- solo la escucho hablar- joder Noan, son unos tremendos gorilas, hasta yo misma tengo miedo de acercarme a ellos.

Río, sabía a lo que se refería, no cualquier hombre pertenecía a la mafia.

-en la mafia solemos ser algo selectivos- respondo- no cualquier idiota puede estar con nosotros.

-pero si cualquier idiota puede liderar, ¿No?- pregunta con una sonrisa y elevando una ceja.

-¿es una indirecta?- pregunto de la misma manera.

-claro que sí, Noan- y ríe una vez más contagiandome poco a poco- decidí pasar a ver a mi buen amigo- habla una vez que deja de reír- ¿ya me extrañabas?

-no nos veíamos desde hace un buen tiempo- coincido.

-he sido yo quien tiene que venir a verte- pone una mano en su pecho con fingida resignación- porque sino tu nunca irías a Rusia a visitarme.

-he ido a Rusia- respondo intentando hacerla enfadar.

-pero no me has visitado, maldito- sonrío- tantas borracheras juntos y no te dignaste por un segundo en verme.

-algún día lo compensaré- respondo- lo prometo.

-eso espero, Salvatore, eso espero- mira su celular que no deja de sonar pero sólo lo ignora metiéndolo a su bolso de nuevo- vamos por un helado- la miro con el ceño fruncido.

-¿pasa algo?- pregunto y niega.

-solo quiero despejarme un poco- menciona- vamos- se pone de pie tomando su bolso- yo invito.

Termino aceptando de regañadientes y salimos de la mansión, estoy encaminandome a mi auto pero ella niega.

-iremos caminando, Noan.

Sólo ruedo los ojos y voy tras ella, una vez que llego a su lado entrelaza su brazo con el mío y solo caminamos hasta el parque más cercano, ella habla hasta por los codos contando un montón de aventuras y yo solo me limito a escucharla.

Su celular sigue sonando con insistencia.

-creo que deberías de responder o al menos decir que estás bien- hablo yo mientras llegamos a un parque, hay un montón de gente aquí, padres con sus hijos jugando, personas vendiendo palomitas, helados, risas y platicas por doquier.

Suelta un suspiro frustrada y solo veo como saca aquel aparato.

-¿qué mierdas quieres, Luka?- es lo único que escucho antes de que se aleje unos cuantos pasos para continuar con aquella llamada.

Comienzo a mirar a mi alrededor mientras la espero, este lugar no estaba tan mal después de todo, me era imposible no poder admirar lo felices que todos aquí se veían, las enormes sonrisas en sus rostros o  la manera en que conviven con los que aman.

Miro todo y repaso a las personas aquí hasta que mi mirada se detiene en un punto en específico, una cabellera roja a la distancia llama mi atención, me quedo paralizado por algunos minutos mientras siento como un leve cosquilleo dentro de mí comienza a crecer, trago saliva duramente mientras la veo, su cabello rojo estaba un poco más largo, las curvas en su cuerpo eran más notorias, ella estaba riendo y jugando con un pequeño niño pelirrojo mientras reía a carcajadas, reía de aquella manera en que en ocasiones solía hacerlo conmigo, cuando ella reía de mis pésimos chistes o cuando reía de mis mil y un desgracias, admiro cada facción de su rostro, la admiro completamente a ella a la distancia, por un momento la idea de que esto sea solo una alucinación mía cruza por mi mente pero sé que no lo es en el momento que veo a su abuelo llegar junto a ella, Aline estaba aquí, Aline está aquí.

Tu nombre en mi pielWhere stories live. Discover now