Capítulo 46

29.3K 2.1K 111
                                    

Maratón 2/3.

Noan.

Llegó a Italia cuando está oscureciendo, una vez que bajo de mi jet simplemente subo a uno de los autos que me esperan aquí y sin esperar más nos dirigimos a la bodega en donde vería a Morelli.

Llegó unos minutos después, bajo del auto, minutos después un lamborghini llega, sabía de quien era.

-Raffael Morelli- hablo mientras veo al pelinegro de ojos azules acercarse.

-Noan Salvatore- responde mientras estrecha su mano con la mía, tenía ya un buen tiempo que no lo veía.

Sonrío y comienzo a caminar mientras le pido que me siga, mis hombres ya se habían encargado de que todo estuviera preparado y listo solamente para entregar.

-creí que esta entrega se había hecho la semana pasada- escucho hablar a Giovanni, el menor de los Morelli.

-debía de ser así- respondo recordando que tuve que cancelar la entrega- pero tuve un contratiempo, tuve que ir a Londres a controlar al estúpido de mi hermano, ya saben- llegamos hasta unas cajas de madera supervisadas por distintos hombres- mi padre apenas le da un poco de poder y hace cagadas y medias.

Comienzo a abrir las cajas aquí, estas tenían en su interior armas, lo que realmente importaba.

-armas de primera calidad- hablo mientras saco una y se la extiendo al italiano frente a mí- los franceses siempre entregamos lo mejor- los hermanos Morelli comienzan a examinarlas con determinación.

Después revisamos las demás cajas hasta que terminamos con todas aquí.

-Giorgio- Raffael habla hacia su hombre de confianza quien llega de inmediato- asegúrate de que sean transportadas a la bodega.

El hombre asiente y después se va dando indicaciones a los hombres que trabajan para los italianos.

-esto es para ti- Raffael llama mi atención mientras saca un maletín y me lo extiende, lo acepto para después abrirlo y mirar los fajos de billetes dentro de este.

-perfecto- hablo cerrandolo y dándoselo a Charles- siempre un placer hacer trato con los italianos.

Comenzamos a caminar hacia la salida.

-¿te vas hoy?- pregunta Raffael una vez que llegamos a donde se encuentran nuestros autos.

-tenía pensado quedarme algunos días a disfrutar de Italia- respondo, había pensado en eso solo si Aline venía conmigo pero no fue así- pero tengo algunos pendientes en Francia que arreglar y ahora también tengo que ocuparme del idiota de mi hermano, el cabrón consiguió su libertad y está dando de que hablar- saco un cigarrillo y comienzo a fumarlo- Max no se quedará quieto, tendré que intervenir- finalizó.

-no entiendo porque los hermanos siempre nos causan dolores de cabeza- responde él colocándose su chaqueta.

-son unos cabrones- coincide.

-deberías de ir a mi club- habla mientras Giorgio abre la puerta del auto para él.

-lo pensaré- respondo mientras nos despedimos y solo nos vamos cada uno en sus respectivos autos.

Me había quedado un poco más de lo pensado en Italia, habia arreglado algunas cagadas que también había hecho Max aquí y ahora mismo estaba a punto de regresar a Francia.

Saco mi celular y antes de subir al jet marco el número de Aline pero esta no responde, lo intento de nuevo y tampoco lo hace, sabía que tal vez estas no eran horas de llamar, así que entonces subí al jet, la llamaría al llegar a Francia.

Tu nombre en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora