Capítulo 4. Arrastrarla al infierno

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Rubén

Una de las cosas que disfrutaba del negocio de mi padre era hacer pagar aquellos que nos traicionaban. Me encargaba del trabajo sucio y en este mundo el pulso no podía temblar cuando de acabar con tus enemigos se trataba, no existía la piedad. Y aquí me encontraba frente a un hombre que se había atrevido a negociar a nuestras espaldas, ahora sabría lo que significaba traicionar a un Patrovick.

—No Rubén, por favor te juró que no volverá a pasar —deje un golpe nuevamente sobre su rostro con la cadena que tenía envuelta en mi mano y la sangre me salpicó la ropa, me sentí asqueado, pero no tendría piedad, yo no conocía aquella palabra.

—Sé que no volverá a pasar por eso me estoy encargando de ti—pude ver el terror en su mirada y como se sorprendió cuando saque la pistola —Eras bueno Andréu, pero quisiste ser más inteligente y tú sabes lo que pasa con ese tipo de personas —Movió los labios, pero no lo deje pronunciar palabra y le disparé en medio de los ojos.

Los muchachos arrastraron el cuerpo fuera de mi vista y me fui directamente a mi aposento para darme una ducha. Deje que el agua caliente masajeara mi cabeza y aparte aquellos pensamientos indeseables que muchas veces llegaban para mortificarme, un error en este mundo significa la muerte y yo era el verdugo que la ejecutaba, sin preguntas, sin detenerme a pensar, sin dar una segunda oportunidad, eso no existía para nosotros.

—Señor —escuche decir a Zariana una de las empleadas de la mansión y me gire para mirarla —mandó llamarme —le hice un gesto con la mano para que se acercara y dejará la timidez. Ella sabía que si trabajaba en esta casa en algún momento tendría que complacerme, tendría que dejar que yo me complaciera con su cuerpo.

Quite la bata que la cubría y acaricie sus senos, mientras el agua corría a través de ellos haciendo que se viera aún mucho más sensual. Mordí uno de ellos y luego la hice arrodillarse frente a mí, su boca se cerró alrededor de mi pene y comenzó a chuparlo. Ser complacido de todas las maneras posible nunca había sido un problema para mí, pero con la rubia americana las cosas se habían complicado, aunque ahora la estaba trayendo a mi territorio, ahora ella iba a darse cuenta de quien realmente era quien mandaba.

La tomé por el cabello y acelera sus movimientos, miró hacia arriba y sabía lo que suplicaban sus ojos. Nos lleve a la habitación así mojados y saque un condón de la cómoda, si ella quería que la penetrara entonces la complacería, hoy era uno de esos días en los que necesitaba descargar mi rabia y una buena cogida siempre me ayudaba, aunque realmente todo mi cuerpo deseaba a otra mujer.

—Ponte en cuatro —demande y ella no dudo en hacerlo. Empuje como una bestia dentro de ella, mientras esta soltaba un grito que solo me motivo hacer más fuertes mis embestidas. Yo era un animal y no tenía intenciones de que eso cambiara.

***

Entrada la madrugada tomé el teléfono para llamar a Noah Corts, era el hombre que se encargaba de los asuntos legales de la familia y por coincidencia de la vida Genave estaba trabajando para él, aquella había sido mi oportunidad para hacerla venir a mí, no pude resistir la tentación de arrastrarla a mi mundo.

Todo listo —dijo en cuanto tomó aquella llamada —Pero señor, Genave Stevens aún es muy joven para encargarse de estos asuntos —odiaba a la gente que cuestionaba mis decisiones.

—Dices que no sé lo que estoy haciendo —sabía que el tono de mi voz había sido amenazante y a Noah no le convenía encabronarme.

No señor, usted realmente sabe lo que hace —los abogados solo eran duros en los tribunales, en la vida real eran aplastados como cucarachas y él sabía que no podía desafiarme o las consecuencias iban a ser demasiado graves.

— ¿Cuándo llega? —pregunte sin cambiar el tono de mi voz.

Mañana por la noche, se quedará en el hotel de la ciudad.

—Bien —dije terminando aquella llamada y sopesando en darle o no una calurosa bienvenida a mi nueva invitada. Me tentaba traerla a mi guarida, me tentaba arrastrarla conmigo a la oscuridad.

El lado oscuro del placer (Libro #2  serie Oscura +18 ) Disponible en AmazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora