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Capítulo 16. Pagar con sangre

Rubén 

Miraba la pantalla de mi móvil y me debatía en si debía marcar o no su número nuevamente. La primera vez no había contestado, pero sabía que la mucha insistencia daba sus frutos y podía pasarme todo el día llamándola, aunque tenía un presentimiento extraño, que se confirmó cuando marque su número una vez más y la contestadora dijo que aquel número no existía.

— ¿Qué demonios está pasando? —dije mirando la pantalla de mi teléfono y Jotrov entró en aquel momento al despacho con algo en la mano.

—No debería, pero de todas formas te ibas a enterar —me entregó el ejemplar de The Russian International, era la revista más comprada en toda Rusia por su amplio contenido y chismes de gente famosa.

— ¿Qué? —Dije mirándolo divertido —Esto es lo que haces por la mañana, enterarte de los chismes del espectáculo —la mirada que me regaló fue realmente perturbadora y cuando pose mis ojos en la primera plana me di cuenta del porque me había entregado aquella revista.

Genave y Noah Corts salían en primera plana de la mano con un encabezado que me hizo sentir realmente molesto "El soltero más codiciado de todo Nueva York parece haber encontrado quien pusiera ley en su vida, la nueva, joven y hermosa abogada Genave Stevens" habían pasado quizás unas tres semanas desde la última vez que la vi y por aquel entonces aquel hombre solo figuraba en su vida como su jefe, no entendía una mierda de lo que estaba pasando.

—No creo que sea verídico —miré a Jotrov mientras hacía trizas aquella revista.

— ¡Está más que claro, eso fue lo que siempre busco y ahora que lo tiene a él su carrera va a despegar como ella quería! —había escupido con rabia aquellas palabras, me odiaba por haber confiado en ella, pero odiaba mucho más al falso de Noah Corts.

—Algo no encaja Rubén —tire el resto de la revista a la basura y le preste toda mi atención al hombre frente a mí —La señorita Stevens es demasiado correcta, si no acepto una relación con usted ¿cree que lo haría con un abogado corrupto? —como siempre el maldito tenía razón, era algo que no había pensado.

— ¿Crees que la este coaccionando? —pregunte, mientras en mi comenzaba a crecer el deseo de matar aquel hombre.

—Conociendo a Noah Corts, lo creo capaz de todo —lo que aquel abogado de mierda no sabía era que se estaba metiendo con la mujer del mafioso equivocado.

—Suspende la reunión con el proveedor —Jotrov levantó las cejas sorprendido, pero no opuso resistencia, daríamos un pequeño paseo a la ciudad de Nueva York.

***

Sabía que no era prudente llegar en medio de la madrugada a la casa de una mujer, pero yo no conocía el significado de la palabra prudencia y estaba demasiado metido en esta mierda con Genave como para dar marcha atrás y tampoco era lo que quería. Mi deseo era demostrarle aquella mujer cuanto me importaba, lo que estaba dispuesto a sacrificar por ella, porque había comenzado a entender que mi sentir por Genave iba más allá de lo que había sentido por alguien jamás.

Me aproxime a la entrada del edificio y una pareja salía en aquel preciso momento evitando que tuviese que llamar a su apartamento, porque cabía la posibilidad de que ella no abriera la puerta y no estaba dispuesto a marcharme sin hablar con ella. Su estación aún ponía el nombre de Gina, sabía que a Genave no le importaban aquellos detalles y quizás sentía que no pertenecía aquel lugar, aunque cuando estábamos juntos siempre hablaba del día en que al fin pudiese vivir sola.

Me detuve frente a su puerta y mire a ambos lados en aquel pasillo. Las luces aún seguían apagadas y era algo que no me gustaba, cualquiera podía entrar en el edificio como acababa de hacerlo yo y no quizás con las mismas intenciones con las que yo lo estaba haciendo, era algo peligroso y se lo iba a reprochar. Los censores se encendieron repentinamente y visualice un rostro mirando por la comisura de la puerta de al lado.

—Si buscas a la chica bonita, no está —dijo la anciana con voz cansada —Últimamente no llega por las noches o llega muy tarde—cerró la puerta con estrépito y yo me quedé allí parado como un estúpido sin saber que hacer o donde encontrarla. Desde que cambio su teléfono seguirle los pasos había sido demasiado difícil.

Escuche el ruido del ascensor y luego como la luz de este iluminaba el pasillo que se había quedado a oscuras de repente. Vi una figura salir del mismo y caminar en mi dirección, movió los brazos sobre su cabeza y el pasillo nuevamente se iluminó. Sostenía sus zapatillas en una mano, mientras con la otra sostenía sus llaves, pero lo que más llamó mi atención fue darme cuenta que en ningún momento había levantado la cabeza y su cabello le cubría el rostro como si buscara protegerse con el mismo.

Detuvo sus pasos frente a mí y vi como unas gotas de lágrimas caían al suelo, algo estaba mal, algo estaba realmente mal. Trate de levantar su rostro y está opuso resistencia, pero la toque nuevamente entonces la escuche quejarse, aparte el cabello que le caía sobre la cara y no podía creer lo que mis ojos miraban, Genave tenía un moretón que iba desde su mejilla hasta su barbilla.

— ¿Quién diablos se atrevió a tocarte? —dije con los dientes apretados y la ira comenzó nuevamente a crecer dentro de mí, Genave posó sus ojos llorosos sobre mí y sentí que el corazón se me quebraba.

—Noah—dijo con voz temblorosa y no pude evitar estrecharla en mis brazos, mientras está rompía en llanto. Y entonces allí con Genave en mis brazos me prometí a mí mismo hacer pagar con sangre cada una de sus lágrimas.