Capítulo 18. La jugada

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Rubén

Su aroma natural estaba a punto de enloquecerme, pero no quería perder los estribos, quería hacerla disfrutar, que confiara plenamente en mí y que se entregar al placer que le daban mis labios. Pase mi lengua por su clítoris y luego hice pequeños círculos con ella sobre el mismo, Genave se retorcía de placer, mientras sus dedos se enredaban en mi cabello, provocando que una sonrisa socarrona apareciera en mis labios.

Introduje suavemente un dedo en su cavidad, con cuidado de no lastimarla y la escuche retener la respiración, deje una pequeña mordida sobre uno de sus labios y esta soltó un ligero grito que hizo que mi cabeza diera vueltas. La punta de mi pene se encontraba mojada y moría por estar dentro de ella, pero sabía que no era el momento, Genave estaba demasiado vulnerable y no quería aprovecharme de la situación, aunque quizás ya lo estaba haciendo.

—Quiero que te pongas en cuatro —demande, mientras ella hacía obedientemente lo que le pedía. Se posicionó sobre la cama, dándome una jugosa vista de su trasero y haciendo que la adrenalina en mi sangre aumentará.

Incline un poco su espalda para que su culo quedara aún más elevado y la atrape espiándome. Sabía que estaba dispuesta, lo pude percibir en sus ojos, pero yo no quería que mañana despertara y se arrepintiera de lo que había hecho, ya había aprendido a tener paciencia con ella, así que esperar un poco más no me mataría. Roce mi pene en su culo y luego lo deslice por su coño, me mordí los labios, porque saberme tan cerca y a la vez tan lejos de hacerla mía por completo me tentaba, pero solo me sujete el pene firmemente con la mano y lo pase rozando su coño mojado varias veces, entonces Genave comenzó a mover sus caderas de manera provocativa.

—Me estoy conteniendo y no estas ayudando —dije mientras dejaba una mordida sobre una de sus nalgas y esta me miro con lujuria.

—Siento que voy a explotar —dijo acelerando un poco más sus movimientos y yo también sabía que no podría soportarlo más.

La coloque boca arriba y me coloque encima de ella, sostuve nuevamente mi pene, pero aparto mi mano y fue ella quien comenzó a deslizarlo de arriba hacia abajo masturbándome con sus suaves manos. Me miró fijamente a los ojos y sabía que iba a venirse, podía sentirlo en el temblor de sus manos y en el movimiento de sus caderas y la quería ver rendirse ante el placer que le proporcionaba.

—Ríndete —dije y soltó un grito de placer que llenó aquella habitación y yo la seguí con la misma intensidad, tuve que llevarme el puño a la boca para ahogar mis alaridos.

—Esto si fue un orgasmo —dijo con la respiración entrecortada y no quise preguntar ahora el significado de sus palabras, solo me tumbe a su lado y la abracé para que no se me escapará.

***

Deje una pequeña nota sobre el buró y salí temprano aquella mañana. Había pedido a Jotrov que contactara a Irma Montemayor, era una de las periodista más influyentes en todo Nueva York y conducía el noticiero nocturno más visto por NA News (American Nations) había tenido roce con ella en el pasado y sabía que le encantaba sacar a la luz los trapos sucios de la mafia.

—Tiene que ser algo muy grande para que me citaras tan temprano en la mañana —le había pedido reunirnos en los alrededores del río Hudson y a esta hora de la mañana era perfecto, porque solo habían unos pocos corredores.

—Aquí —dije entregándole un sobre en color amarillo —encontraras algo interesante para sacar a la luz.

Irma abrió el sobre con cautela y sacó uno de los documentos que allí se encontraban, no tardó en mirarme sorprendida y tampoco se resistió a mirar el resto del contenido. Siempre había sido precavido con mis negociaciones y por eso muy pocos de mis colaboradores me habían traicionado, tenía un as bajo la manga que utilizaba en el momento indicado y sabía que esto traería consecuencias graves, pero debía llevar a Noah Corts al borde del precipicio.

—Esto es guerra y lo sabes —comentó Irma guardando todo de nuevo en el sobre —Y debe ser muy importante si estás dispuesto a tomar este riesgo —la mire con incomodidad y esta llevo su mirada a las aguas del río —Sabes que me estaría arriesgando demasiado —dijo ahora con cierta duda en sus palabras.

—Ya lo has hecho antes, no actúes como si fuera la primera vez, sabes muy bien cómo salir ilesa —sabía que solo estaba alimentando su ego, pero no había dicho nada que no fuera verdad.

—Saldrá esta noche —dijo colocándose nuevamente los auriculares —Nos estaremos viendo Patrovick —Se alejó trotando y Jotrov corto la distancia que nos separaba y me cuido la espalda en aquel momento. Me quedé un momento contemplando aquellas tranquilas aguas, porque la jugada que había hecho cambiaría muchas cosas y sabía que el volcán estaba a punto de hacer erupción.

El lado oscuro del placer (Libro #2  serie Oscura +18 ) Disponible en AmazonWhere stories live. Discover now