Capítulo 2.

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A nadie le interesa tú dolor, sólo tú.

Odio usar lentes.— Murmuró Thomas guardando sus cosas en su mochila y luego colgándola en su hombro.

Ya habían finalizado las clases, y los tres salieron del salón dirigiéndose al estacionamiento de la universidad.

—Por cierto, en escultura tenemos un trabajo pendiente, que no se les olvide.— Dijo Chloe colocándose sus lentes de sol.— Aunque odio esa materia, pero no puedo darle el gusto a ese profesor obstinado.

—Él me cae bien.— Dijo Thomas levantando sus hombros sin importancia.

Chloe se despidió de Thomas y Grace, y luego subió a su vehículo para retirarse de la universidad. Él chico subió a su motocicleta y se recostó un poco sobre su casco y miró a su compañera.

—¿Planes de hoy?— Preguntó intrigado.

Grace se recostó sobre su vehículo y se colocó sus lentes, y suspiró.

—Hoy es el cumpleaños de Charlie, ya te podrás imaginar.— Dijo sin ánimos.

Thomas hizo una mueca de desagrado y luego comenzó a reírse.

—Aburrido.— Dijo aún con risa.— Detesto a los políticos.

—Yo igual, aunque Char es especial, sólo me aburren sus reuniones.— Dijo la castaña y luego abrió la puerta de su vehículo.— Nos vemos, degenerado.

—Hasta mañana, Hamilton.— Se despidió su compañero y Grace subió a su vehículo.

...

—¡Odio los trajes!— Exclamó desesperado Lewis mirándose al espejo y Luke golpeó su nuca con diversión.

—Eres mi versión barata, Lewis.— Dijo su gemelo con burla.

Los dos chicos vestían un traje formal blanco con sus corbatas negras, los botones de sus camisas tenían el símbolo familiar Hamilton Barker, lucían elegantes, aunque a Lewis odiara los trajes con su vida.

George se acercó a Luke acomodando su corbata y luego su cabello, y Lewis simplemente se sentó en el gran mueble de la sala con una expresión de aburrimiento.

—No entiendo porque odias los trajes, Lewis.— Dijo Emma acercándose a su hijo.

Se veía tan elegante y sensual con su vestido rojo, su cabello estaba totalmente liso, y sus ojos azules brillaban tanto resaltando su impecable maquillaje.

—Son incómodos, madre.— Dijo Lewis fastidiado.

—Suban a la camioneta.— Ordenó George.— Y Luke, dame mi tarjeta.

—Espera ¿Qué?— La voz de Grace se escuchó detrás de su hermano mayor y él volteó confundido.— ¿Tú le prestaste tú tarjeta a los gemelos?

Luke y Lewis se miraron entre sí con terror, y George asintió sin entender la reacción de su hermana. Grace miró a los gemelos con seriedad y los dos salieron corriendo a la camioneta.

—Tus hijos están acabados, señora Barker.— Dijo Grace mirando a su madre con advertencia y Emma suspiró.

—Necesito a Cassandra en estos momentos.— Murmuró para sí misma.

El chófer subió a la camioneta, George iba adelante prestando atención a su celular, mientras que Luke y Lewis se tomaban de la mano con fuerza al sentir la mirada verdosa de su hermana mayor aniquilándolos con tanta seriedad.

—Puedes dejar tú venganza para otro día, Grace.— Dijo Emma guardando su celular en su cartera.— Esta vez no hay nadie quién resguarde a los gemelos.

¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora