Capítulo 26.

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Agnes Lawrence, cuéntame sobre ti.

Agnes llegó a su casa, y vió a su madre sentada en el mueble leyendo unos guiones, y al sentir la presencia de su hija, levantó la vista y sonrió.

—Mi reina.— Dijo ella con una sonrisa amable.— ¿Qué tal tú día?

Agnes se acercó a ella y besó su mejilla y luego se sentó a su lado.

—Bien madre, un poco raro.— Dijo con una pequeña risa.

Su madre se quitó los lentes y la miró con una expresión divertida.

—¿Raro? ¿En qué sentido?

Agnes suspiró y luego pasó su mano derecha por su melena, y miró a su madre, ella siempre le contaba todo, o bueno, casi todo.

—¿Conoces a Grace Hamilton?— Le preguntó.

—¿Es la hija de Emma Barker no?— Preguntó su madre pensativa y Agnes asintió.— ¡Oh si! Conozco a sus madres.

—Ella y yo estudiamos juntas.— Comenzó a decir moviendo sus dedos con nerviosismo.— No sé que somos, pero algo sentimental tenemos.

Su madre la miró sorprendida y luego sonrió.

—Tienes un gusto increíble.— Dijo Daphne con risa, pero luego se calló y miró a su hija con intriga.— ¿Ya tuvieron sexo?

Agnes se puso totalmente roja y se tapó su rostro con sus manos sintiendo vergüenza, pero luego asintió.

—¡Agnes!— Exclamó su madre con risa.— Eso no lo vi venir tan pronto.

Su madre se reía por la gran vergüenza que sentía su hija en esos momentos, pero luego la abrazó y besó su cabeza con dulzura.

—Espero que Grace sepa cuidar de mi bebé.— Murmuró aún abrazando a su hija.— Me gustaría conocerla.

—Es rara, pero encantadora.— Dijo Agnes mientras abrazaba a su madre.— Me gusta lo que me hace sentir, aveces no paro de reírme por sus ocurrencias y su manera rara de actuar.— Sonrió embobada al recordarla.— Ella me dió un cumpleaños increíble, me llevó a un bar irlandés, y no sabes lo feliz que fui, madre.— Levantó su vista para ver a su mamá.— Grace, me gusta.

Su madre sonrió y besó su frente.

—Me gusta verte feliz.— Dijo Daphne con una sonrisa.— Hace mucho no te veía así.

—Lo sé.— Dijo con timidez.

—Quiero conocerla, espero la lleves a la premiere de mi película.— Dijo su madre y volvió a tomar el guión.— Por cierto, te tengo una propuesta, luego te la comento.

—Está bien.— Dijo Agnes y se levantó.— Me daré una ducha y me iré a dormir, estoy cansada.

—Descansa cielo.— Dijo su madre y besó su mejilla.

El sueño se había apoderado completamente de su cuerpo, luego de que se diera una ducha relajante y se acostara plácidamente en su cama.

¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora