Capítulo 41.

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No es real, jamás fue real.

Sus ojos se abrieron lentamente sintiendo el frío de la habitación invadir su cuerpo, sintió una mano tomando su cintura y se volteó para ver a Grace que estaba a su lado, boca abajo abrazándola mientras dormía.

La castaña estaba sin camisa, y Agnes se volteó para estar frente a ella y apreciar su lindo rostro mientras dormía plácidamente. Sus manos acariciaron su espalda, deslizando su dedo lentamente por el tatuaje que tenía cerca de sus costillas, era un tatuaje en tinta negra y a Agnes le causó risa porque el tatuaje era el logo de los vengadores, era el único que tenía en su espalda.

—Tengo hambre.— Murmuró Grace aún con sus ojos cerrados y su voz ronca.— ¿Tú no?

—Buenos días para ti también.— Dijo Agnes con risita y recostó su cabeza en la espalda de Grace.

—Buenos días.— Dijo con pesadez.— ¿Qué hora es?

—9:21 am, señorita Grace.— Dijo Venus.

—Gracias Venus, ve a desayunar.— Dijo Grace con sus ojos cerrados sintiendo la risa de Agnes en su espalda.

—No puedo desayunar, señorita Grace.— Dijo Venus.— Pero puedo mandarle a preparar el desayuno con la sirvienta.

—No.— Murmuró Grace y se volteó un poco y acercó sus labios para besar la cabeza de Agnes.— Vamos a ir a desayunar al restaurante de mi madre.

—Quería recordarte que fuimos escogidas para cantar en la obra de la universidad, esa que el profesor ha estado planeando.— Dijo Agnes recostándose bajo los brazos de Grace y sintiendo su respiración suave.

—Ay.— Gruñó con fastidio.

—Nadie te manda a cantar tan bien, guapa.— Dijo Agnes besando la punta de su nariz y luego levantándose de la cama para ir al baño.

Estaba desnuda, y Grace abrió sus ojos para ver el cuerpo de la pelirroja desnudo y se sentó en la cama viéndola con una sonrisa traviesa.

—Tienes un culazo.— Dijo Grace con diversión diciendo la palabra "Culazo" en español, y Agnes soltó una carcajada, y abrió la puerta del baño y antes de entrar miró a Grace con picardía.

—Ven a comerte este culazo, entonces.— Dijo de manera coqueta y Grace se levantó yendo hasta ella.

...

—Yo sólo quiero probar el whisky.— Dijo Lewis con puchero.

Estaban en el restaurante de su madre Cassandra, habían terminado de desayunar todos, y los gemelos estaban tratando de convencer a Grace y George de que les dieran un poco de whisky.

—¿Seguro?— Preguntó Grace con una mirada maliciosa y George la vió con terror.

—¡No!— Exclamó George viendo a su hermana con advertencia.

—¡George!— Exclamó Luke con súplica viendo a su hermano.— Sólo es un poquito, te juro que no nos volveremos adictos.

—Toma.— Dijo Agnes entregándole el vaso con whisky que Grace tenía.— Y fondo blanco.

Grace miró a Agnes con sorpresa y los gemelos se vieron emocionados y tomaron el vaso.

—Dios mío.— Murmuró George rendido.

—Yo primero.— Dijo Lewis quitándole el vaso a su hermano y se lo bebió de un sólo trago, y luego comenzó a toser.— ¡Horrible!

Agnes soltó una carcajada y Grace volvió a servir otro trago y se lo dió a Luke.

¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora