Capítulo 25.

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¿Hay esperanzas?

—Me ha gustado.— Dijo Marco caminando al lado de Agnes y Brittany.— Ya saben, Grace es carismática cuando quiere ¡Pero diablos! Su faceta posesiva es otro nivel.

—¿Por qué no la conquistas tú? Estoy cansada de escuchar como alabas al diablo.— Dijo Brittany irritada.

Habían llegado al estacionamiento y Agnes miró a sus amigos con cansancio.

—Dejen ese tema, por favor.— Dijo Agnes rodando los ojos.— Estoy bien Bri.— Miró a la morena.— Grace se ha portado mejor conmigo.

—¡Es obvio!— Exclamó Brittany exaltada.— Te quitó tú virginidad, Agnes por favor.

—No le he quitado nada a ella.— Habló Grace detrás de la morena.— Sólo he iniciado su vida sexual.

Brittany se volteó para verla y rodó los ojos.

—¿Tienes planes?— Preguntó Grace posando su mirada en Agnes.

Marco sonrió enormemente y luego se despidió de Brittany y Agnes, y antes de irse miró a Grace y le guiñó el ojo pícaramente.

—Te llamaré en la noche.— Dijo Brittany acercándose a Agnes y se despidió de ella.

Habían quedado solas y Agnes miró a Grace con diversión.

—Así que eres una celosa eh.— Dijo con burla.

—Puede ser.— Murmuró Grace metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta.— Sabes que me gustas.

—Lo sé.— Dijo Agnes.— Y no, no tengo planes.

Grace sonrió divertida y luego tomó la mano de la pelirroja.

—¿Trajiste tú auto o el chófer vendrá por ti?— Preguntó Grace viéndola con atención.

—Traje mi auto.— Respondió.— ¿Quieres ir por unas hamburguesas?

—Suena bien.— Dijo Grace.

Era raro para Grace tener que llamar a Emma y decirle que saldría con Agnes, para que no enviara el chófer por ella, a lo que la rubia sólo le dijo "Está bien".

...

La puerta de la oficina había sido escuchada en toda la mansión al cerrarla, Luke y Lewis se miraron entre sí y salieron de la habitación rápidamente.

Bajaron las escaleras y se escondieron detrás de un gran muro blanco, veían la oficina de Cassandra con atención y luego vieron a Emma acercarse a la puerta y tocarla con suavidad.

—Cass, abre.— Dijo en un tono suave.

Luke mordió su labio nerviosamente y Lewis miró a su hermano con temor.

—¿Otra vez cierto?— Preguntó Lewis en un susurro a su hermano.

Luke sólo se limitó a asentir, y sintió un nudo en su garganta.

—Cass..— Murmuró Emma en un tono tembloroso a punto de llorar.

Los gemelos sintieron a George detrás de ellos, se voltearon para ver a su hermano mayor, quién se había escondido detrás de ellos y miraba también la escena de Emma tratando de entrar a la oficina.

En la oficina sólo se escuchaban gritos ahogados y golpes tras golpes. Emma se había sentado en el suelo y comenzó a llorar silenciosamente.

—Por favor...— Susurró la rubia llorando.— Déjame entrar, déjame entrar.

George y los gemelos vieron a su madre derrumbada en el suelo llorando desconsoladamente, Luke quiso ir a consolarla pero George lo detuvo.

—Déjala.— Murmuró él.— Mamá puede solucionarlo.

¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora