Capítulo 3.

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No lo creo, tampoco me interesa creerlo.

Caminó sigilosamente por el gran pasillo de su mansión, sus pies estaban descalzos y el mármol estaba frío, pero aquella sensación siempre le ha gustado. Abrió la puerta cuidadosamente y caminó con lentitud hasta la cama, sus ágiles manos tomaron con fuerza el rostro del chico y él abrió sus ojos asustado, trató de gritar, pero ella tapó su boca rápidamente.

—No hagas más ruido, será peor.— Susurró.

De su bolsillo trasero sacó una cuerda negra y amarró con fuerza las manos del rubio, y él la miró aterrorizado.

—Grace, por favor.— Suplicó Lewis casi al borde del llanto.

Ella estaba concentrada terminando de amarrar sus manos y luego le colocó un trapo en la boca para que no pudiera hablar.

—Levántate.— Ordenó.

Su hermano hizo caso ante su orden, y bajó de la cama, ella lo tomó de la nuca y lo llevó hasta afuera. Bajaron las escaleras cuidadosamente, todo estaba oscuro, sólo las luces que reflejaban las escaleras era lo que iluminaba, abrió la puerta de la entrada, y subió a su hermano en un vehículo negro polarizado.

Era el auto de Grace, casi no lo usaba mucho, pero cuando lo hacía, lo utilizaba en las noches. Miró a su hermano Luke que también estaba amarrado de las manos, y tenía un rostro tan asustado. Lewis miró la hora que marcaba el vehículo, y eran las 2:23 am de la madrugada.

Los gemelos no podían hablar ya que tenían un trapo negro en sus bocas impidiendo cualquier palabra. Grace subió al auto y lo encendió, saliendo de la mansión con cuidado. Los chicos se miraron y una gota de sudor rodó por su frente, estaban asustados, y más cuando Grace vestía completamente de negro y su expresión era seria.

—No van olvidar esta madrugada, chiquitos.— Dijo Grace con una pequeña sonrisa, mirando a sus hermanos desde el retrovisor.

Ellos estaban a punto de llorar, porque jamás pensaron ser secuestrados y menos por la loca de su hermana mayor.

Grace condujo alrededor de unos 10 minutos, y al llegar a su destino, estacionó el vehículo al frente de un edificio lujoso, y rápidamente la puerta de atrás se abrió y dos tipos con capuchas en el rostro tomaron a los gemelos, y los guindaron en sus hombros como si fueran unos sacos de papas.

Ellos pataleaban, pero Grace los veía con diversión, y luego subieron en el ascensor, y ella marcó el último piso, y una vez al llegar, el ascensor abrió, y los tipos lanzaron a los gemelos en uno de los muebles.

Era un apartamento lujoso, sus colores eran negros y dorado, tenía diseños con cerámicas de oro, era impresionante, pero para los gemelos no, ya que ellos estaban acostumbrados a lugares así.

Un tipo se acercó a los gemelos y les quitó los trapos que tenían en la boca, y luego él se quitó su capucha, y los gemelos vieron al chico con cara de rabia.

—¡Traidor!— Gritaron los dos.

—Lo siento, niños.— Dijo Thomas con risa.

—Esto tiene que ser una broma, Grace.— Dijo Lewis molestó.

—¿Nos vas a asesinar o qué?— Preguntó Luke irritado.

—No.

Grace caminó hasta el bar del apartamento y se sentó en uno de los banquillos viendo a sus hermanos detenidamente, ellos siempre le tenían miedo a su mirada intimidante, les recuerda a Cassandra cuando los va a regañar, sabiendo perfectamente el regaño de muerte que tendrían.

¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora