Noitcudes.
El reloj marcaba las 12:15 pm.
Se levantó con pesadez y caminó hasta su baño, para darse una ducha relajante, sintiendo como el agua fría recorría su cuerpo, y soltaba un suspiro de alivio.
—Grace.— Escuchó la voz de su madre Emma detrás de la puerta de su baño.
—Me estoy duchando, ya salgo.— Dijo mientras cerraba su grifo y envolvía una toalla alrededor de su cuerpo.
—Necesitamos hablar, te espero abajo.— Dijo Emma y se escuchó sus pasos salir de la habitación de su hija.
Grace salió, y se vistió son un conjunto deportivo, y soltó su cabello que estaba húmedo, y bajó hasta la sala, donde vió a George, junto a su abuela Angélica, y Emma estaba en el bar sirviéndose una copa de vino.
—Cielo.— Dijo su abuela al verla.
Grace se acercó a ella y besó su mejilla y se sentó al frente de ella con una sonrisa amable, y luego miró a George y le sacó la lengua, a lo que el rubio le sacó el dedo del medio.
—¿Nos acompañas a visitar a Cassandra?— Preguntó su abuela.
—Sí, ¿Todo está bien con ella?— Preguntó de enseguida.
—Sí, sólo que quiere verte y decirte algo.— Dijo George levantándose.— No me ha querido decir que es, sólo quiere decírtelo a ti.
Grace lo pensó un momento y se levantó siguiendo a su hermano y a su abuela subir a la camioneta, y Emma fue en la última en subir.
Miró a su madre de refilón y notó como tenía sus nudillos rotos, y apretaba sus manos con fuerza mientras veía la ventana de la camioneta con seriedad.
George condujo hasta la clínica por media hora, aunque todos en la camioneta venían en silencio, y Grace supo que algo no andaba bien. Cuando llegaron a la clínica se dirigieron al jardín, y vieron a Cassandra sentada en uno de los banquillos moviendo sus pies descalzos por el césped.
—Ve.— Le dijo Emma a su hija.
Grace la miró un momento y caminó hasta su madre lentamente, Cassandra no levantó la vista, sólo siguió moviendo sus pies de manera lenta, y Grace se sentó a su lado y sintió la fragancia de su madre.
Cassandra levantó la vista y miró a su hija detenidamente, inspeccionando su rostro, estaba seria, no le dijo nada y volvió a mirar el suelo.
—¿Por qué tan seria?— Preguntó Grace sonando un poco más divertida pero Cassandra no sonrió y sólo suspiró.
—¿Dónde estuviste anoche?— Preguntó Cassandra y Grace arrugó su entrecejo.
—Pasé todo el día en la cascada con Agnes, y llegué anoche cansada.— Respondió.
—¿Y Agnes?— Preguntó Cassandra esta vez viéndola.
—En estos momentos está con su psicóloga.— Dijo Grace viéndola confundida.— ¿Qué pasa?
Cassandra volvió a mirar al suelo y respiró hondo, pero luego abrazó a su hija con fuerza, y estuvo un rato abrazándola y Grace confundida al principio correspondió a su abrazo y luego Cassandra se alejó.
—Puedo cantar mientras lees un libro.— Dijo Cassandra en un murmuro y dos enfermeros llegaron detrás de Grace y la castaña los miró confundido y luego vió a su madre buscando respuesta.
—No entiendo.— Murmuró Grace al sentir los brazos de los enfermeros tomarla con delicadeza pero Grace trató de zafarse de ellos, pero la tomaron con más fuerza y Cassandra miró a su hija detenidamente y se levantó.
DU LIEST GERADE
¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3
Mystery / Thriller¿Por qué ella tenía que oler tan bien? ¿Acaso su fragancia no es de este mundo? Creía firmemente que las personas malditas con un infierno dentro de ellas, no tenían el tiempo de lucir y oler tan bien, o quizás sí... pero ¿Por qué ella es tan rara y...