Capítulo Especial 2.

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Cassandra y Emma.

En tú mirada.

EMMA

—¿Puedes dejar eso ahí?— Pregunté fastidiada al ver como Luke levantaba el control del televisor a cada momento.— No me dejas concentrarme, niño.

—¿Niño?— Preguntó él ofendido y yo sólo contuve mi sonrisa y sólo seguí viendo mi tablet.— Señora Hamilton le recuerdo que tengo diecisiete años.

—¿Y?— Pregunté desafiante y lo miré.— Eres un mocoso y suelta ese control porque estoy a nada de lanzarte la tablet en la cara.

—¡Mamá!— Exclamó Luke ofendido llevándose las manos a la boca en señal de sorpresa.

—Ya lárgate de mi vista niño.— Dije viendo la tablet nuevamente pero por dentro estaba que no aguantaba la risa.

—¡¿Te falta sexo o qué?!— Preguntó exaltado mirándome con reproche.—¡¿Mi madre ha sido incapaz de tocarte?! ¡Estás muy agresiva conmigo!

Dejé la tablet a un lado y crucé mis piernas viendo a Luke con seriedad, sabiendo que mi mirada lo ponía nervioso y entraba en un estado de pánico cuando lo veía así, pero lo que no sabía es que me estaba divirtiendo fastidiándolo de esa manera.

—¿Y a ti qué te falta Luke? ¿Tanto te masturbas qué tienes que tomar el control a cada rato para sentir algo en tu mano?— Pregunté viéndolo con arrogancia y Luke abrió sus ojos como platos.— Ve a la cocina y hazme un maldito sándwich si no quieres que te lance la tablet en la cara por fastidioso y falta de respeto.

Luke casi se atraganta con su propia saliva viéndome con los ojos casi llorosos, y yo sólo quería reírme a carcajadas.

Aveces ser madre es un tanto divertido cuando sabes que puedes intimidar a tus hijos tan sólo con verlos a los ojos.

—Si eres llorón, Luke.— Dije rodando los ojos.— Ven aquí y dame un beso.

—No.— Dijo él tomando su manta y viéndome con un puchero.— Eres tan mala, eres una villana.— Pasó su dedo limpiando una lágrima falsa de sus ojos.— Eres Hela, la diosa de la muerte.

—Ven aquí, Luke.— Dije señalando el puesto de al lado.— Y me das un beso en la mejilla y te acuestas a mi lado y ves tus series de terror.

—¡No!

—¡Que vengas!

—¡Dije que no!

—Niño malcriado.— Lo vi con decepción fingida y él se abrigó con su manta dándome una mirada llena de puchero.

—Prefiero a mi madre Cassandra.— Dijo él viéndome con suficiencia.— Al menos ella nos trae la cena cuando llega del trabajo y se pone a ver películas de terror con nosotros, aunque se quede dormida, pero al menos lo intenta.— Me miró con reproche.— Ella es mala, pero es mejor villana que tú.

—Si fuera tú saldría corriendo.— Dije colocando mi tablet lentamente en el mueble y bajando mis piernas de la mesa del centro.

—¿Qué vas a hacer?— Preguntó horrorizado quitándose la manta a punto de salir corriendo.

—Si quieres vivir para contarlo, deberías estar corriendo ahora.— Murmuré viéndolo con malicia y él abrió sus ojos horrorizados y salió corriendo de la sala.

Y lo seguí.

Luke corría por toda la mansión pegando gritos como loco, y cuando llegó al jardín vió a mi esposa y Lewis jugando fútbol, y corrió hasta ellos, pero no le dió tiempo de ser salvado cuando me lancé encima de él.

¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3Where stories live. Discover now