¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3

Capítulo 16.

Un ángel caído sintiendo pena.

Grace volteó su rostro bruscamente, y se dispuso a ignorar aquél comentario, y Chloe suspiró.

—Lo siento.— Murmuró su compañera en un tono bajo.—Pero Grace, tú eres mucho más cruel que todos los que estamos sentados en esta mesa, y lo siento, no debí decir eso.

Grace guardó su celular y colocó sus manos en la mesa, y respiró hondo. Aunque Chloe evitaba verla, no podía pasar desapercibido mirarla de reojo, viendo a Grace con su rostro serio, observando a las personas en aquella cafetería.

—Tranquila.— Dijo finalmente.

—¿Estamos bien?— Preguntó Chloe viéndola con atención.— Odio estar peleada con mi mejor amiga, porque luego no me llevarás a tú casa a comer helado gratis.

—Idiota.— Murmuró.

Chloe besó su mejilla y sintió la mirada de Nathaniel en su nuca, ella se volteó y besó los labios de su novio con delicadeza.

—Aún me pica al recordarlas desnudas en la habitación de Grace.— Murmuró Nathaniel en un tono celoso.

—Eso ya pasó, y fue un grandísimo error.— Dijo Chloe volviendo a su posición anterior.

—Eso no decías mientras gritabas mi nombre cuando te penetraba.— Dijo Grace viéndola desafiante y Chloe la miró con los ojos abiertos de par en par.

Nathaniel golpeó el hombro de Grace y su prima le sacó el dedo del medio.

—¡Auch!— Dijo Gael con risa viendo la escena de Grace y Nathaniel matándose con la mirada.

—No es bueno una pelea entre primos.— Dijo Jack razonando un poco.

—No hay nada de que pelear.— Dijo Nathaniel quitando su vista de Grace.— Pero si te veo solita, puede que haga algo contra ti.

—Okis.— Dijo Grace sin importancia y Chloe golpeó su pierna derecha viéndola con reproche.—¿Qué? Estamos a mano.

—Eres tan irritante.— Dijo Chloe rodando los ojos fastidiada.

...

Sus manos estaban en un tono morado, su cuerpo adolorido en el suelo, y sus labios temblaban frenéticamente.

—Ayúdame.— Dijo viéndola con súplica.

Su boca se estaba tornando rojiza por la sangre, y sus ojos marrones estaban perdiendo el brillo.

—Por favor.— Susurró casi inconsciente.

Ella trató de ayudarlo.

Ella pudo salvarlo.

Ella sólo quería correr y levantarlo.

Ella quería ser buena.

Pero él se lo impidió.

Sus ojos se abrieron de golpe sintiendo todo su cuerpo sudoroso, se llevó la mano a su nunca sintiendo el ardor que tenía en ella, tratando de secar lo mojado que sentía, pero como siempre no había nada.

Volvió a acostarse y cerró sus ojos nuevamente, respiró hondo y se acurrucó bajó las sábanas, su cuerpo estaba temblando de frío, y luego abrió sus ojos para ver la hora en su reloj digital que estaba en su mesa de noche.

1:15 am.

Volvió a cerrar sus ojos, pero el sonido de la puerta de su habitación al abrirse hizo que los abriera de nuevo. Se sentó en su cama y su vista se posó en ella.