¿Te quiero a ti? ¡No! ¿En tú mirada? ¡Menos! #3

Capítulo 12.

Su mirada jamás fue normal.

Bajó las escaleras somnolienta, bostezó por un momento, y finalmente llegó hasta la cocina. Se sentó en uno de los taburetes y pegó su cabeza en el mesón, y la sirvienta la miró con curiosidad e intriga.

—Disculpe señorita Grace.— Murmuró apenada la sirvienta y Grace sólo abrió sus ojos viéndola.— ¿Usted se encuentra bien? ¿Necesita algo?

Grace suspiró pesadamente y levantó su cabeza, para luego pasar sus manos por su rostro y finalmente por su melena, y miró a la sirvienta por un momento y asintió.

—Un café bien cargado.— Dijo Grace y luego se metió una cachetada y la sirvienta se asustó.

—Ya-a mismo.— Tartamudeó la sirvienta y Grace le sonrió forzadamente.

Veía con atención cada movimiento de la sirvienta mientras preparaba el café, luego los sándwiches, por breves momentos la sirvienta la veía de reojo sintiéndose intimidada y presionada bajó la mirada de Grace.

Le colocó el café en el mesón y Grace rápidamente empezó a tomarlo.

—¿Te gusta el café, Ava?— Preguntó en un tono suave mientras deslizaba su dedo lentamente por la taza sin levantar la vista.

—Muy poco, señorita Grace.— Dijo educadamente Ava con nervios.

Sólo Grace estaba en la cocina, eran las 5:30 am y todos estaban durmiendo, la hora de que todos estuvieran desayunando era a las 7:00am, pero Grace se había levantado muy temprano, y sólo estaba ella con la sirvienta. 

—Mm.— Murmuró Grace y luego llevó la taza a su boca con delicadeza y bebió de su café.

—¿Ya desea desayunar, señorita?— Preguntó rápidamente la sirvienta, sabiendo que el silencio con Grace era espeluznante.

Grace negó y dejó la taza en el mesón.

—¿Qué edad tienes, Ava?— Preguntó Grace mirando a la sirvienta fijamente.

—27 años señorita.— Murmuró con timidez.

Grace frunció sus cejas, y su vista se posó en las manos de la sirvienta, viendo como movía sus dedos con nervios y luego levantó la vista para ver su rostro, sus labios estaban rectos apretados y sus mejillas sonrojadas.

—¿Qué te tiene tan nerviosa, señorita Ava?— Preguntó Grace elevando sus cejas y mirando a la sirvienta con curiosidad.

Ava sonrió avergonzada ante la palabra "Señorita" y sintió como su nerviosismo crecía.

—Suelo ser así, señorita Grace.— Murmuró Ava bajando la mirada.— Sólo dígame Ava.

—No.— Murmuró Grace.— También eres una señorita ¿O no?

Ava la miró por un momento y asintió.

Grace se levantó y rodeó el mesón de la cocina, primero tomó la taza de café y bebió un sorbo, luego miró a Ava y se acercó a ella con cautela, quedando al frente de ella, haciendo que la sirvienta retrocediera un poco y bajara la cabeza.

Ava era una chica un poco más baja que Grace, era muy linda y adorable con los miembros de la familia Hamilton Barker, pero todo trabajador de la mansión evitaba estar a solas con Grace, y hoy Ava no tuve esa suerte.

—¿A qué huelo, Ava?— Preguntó en un susurro Grace viendo con atención a la chica tímida que estaba al frente de ella.

—Huele muy bien, señorita.— Murmuró Ava cabizbaja.