CAPÍTULO 4.

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Lucas Henderson.

Después del acalorado beso con Grace, regresé a casa, había dejado a Ty en la habitación de Susan y aún siguen ahí, deben seguir durmiendo. Aún son las 8 de la mañana, y Susan no tiene que trabajar hoy.

Aprovecho para bañarme y quitarme el sudor de esta mañana, aún no dejo pensar en Grace, en su forma, en lo segura que es, en su cuerpo.

Bufo y cierro mis ojos cuando el agua helada del grifo me cae en la cabeza. No quiero nada más que sexo, no quiero nada que involucre sentimentalmente, no me siento listo para dar todo lo que di con Alice.

Es irónico que meses después aún la piense, aún me duela. A veces me cuesta dormir porque sólo pienso en su risa, en las veces que me dijo que me amaba, ¿Cuántas de esa fueron mentiras? ¿Cuántas veces me besó sin tener un puto sentimiento por mí? Ay Alice.

Cierro el grifo y envuelvo una toalla en mi cintura, cuando salgo del baño me dirijo a la cocina para tomar agua, al llegar a la cocina Susan está con Ty también bebiendo agua. Sonrío involuntariamente, Susan tiene cargado Ty con un brazo recostándolo de su cadera y con otra bebe agua.

¿No que nunca iba a tener hijos y que son fastidiosos?

—Buenos días.—Digo y mi hermana voltea.

—¡Dada!—Ty balbucea con euforia y estira sus brazos para que lo cargue y así lo hago.

—¿Cómo dormiste?—Le pregunto a Susan.

—Bastante bien, aunque un intruso entró a mi cama.—Pone los ojos en blanco.

—Mi culpa.—Me sirvo el vaso de agua.—Voy a tener sexo.

—Woah...¿Con quién?

—Grace.

—¿Cuál Grace?—Pregunta con la boca llena.

—Grace Austin.

—Ah, Grace Austin, la modelo.

—Sí, la modelito.—Me burlo y automáticamente mi mente recuerdan sus labios en los míos.

—Brooke me enseñó algunos videos de su pasarela, es bastante buena.

Pongo los ojos en blanco.

—Es como la quinta vez que escucho eso hoy.

—¿La quinta?—Alza sus cejas con sorpresa.

—Pues sí, jugué un poco de básquet con ella está mañana y tal vez, solo tal vez, la besé.

—¿La besaste?

—Sí.

—Interesante, ¿Y cómo sabes que vas a tener sexo?

—Intuición.—Le guiño un ojo.—Me voy a cambiar.

Sigo con Tyler en brazos, cuando llego a mi habitación y lo dejo con cuidado en la cama, de inmediato se entretiene con un muñeco de Spiderman que le regaló Jace.

Hoy no tengo trabajo, por suerte. Soy gerente de ventas internacionales, por eso últimamente me ando moviendo mucho entre países, para vender los productos que ofrece la compañía para la cual trabajo.

Segundas oportunidades. ("Somos" libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora