Segundas oportunidades. ("Somos" libro #3)

EXTRA III: Boda y luna de miel.

Encontrar el vestido perfecto fue una odisea, cuando digo una odisea lo digo en serio. Nada me gustaba, nada me quedaba como quería, hasta que lo encontré.

Mi vestido perfecto, largo, con mangas largas y que dejaran mis hombros libres, con un estampando blanco. Envíe una invitación a la casa de mis padres, de ellos dependerá asistir, me hiciera feliz que vinieran.

Hoy por fin me caso con Lucas, estoy muy nerviosa mientras me maquillan.

—¿Nerviosa? —Cuestiona Brooke. Es una de mis damas de honor junto a Susan y Lilieth.

Suelto un suspiro y la miro a través del espejo.

—No te imaginas.

El vestido de las damas es azul rey, tengo una obsesión con ese color y no iba a dejar pasar la oportunidad de que todas vistieran del mismo color.

—Lo importante es que no quieres huir, ¿Cierto?

—Más le vale que no.—Se ríe Susan.

—Claro que no, son nervios de emoción. Estoy muy enamorada de su hermano como para irme.

Brooke me sonríe y parece encantada.

—Estoy feliz por ti y por mi hermano.

Termino de ser maquillada y me miro en el espejo, estoy más hermosa de lo que pude haber imaginado.

—Me voy a casar. —Susurro sin creérmelo.

—Un paso más a la felicidad, Gracie. —Lilieth me abraza por detrás.

Unos toques en la puerta me ponen alerta y más nerviosa, Susan abre y veo a mi madre entrar. Mi corazón se encoge puesto que pensé que no vendría.

—Mamá...—Susurro con la intención de acercarme. Ella me detiene con su mano sin decir nada.

—¿Casarte? ¿En serio?

—Sí.

—Tu padre y yo ni siquiera lo conocemos, encima tienes una hija. —Niega con decepción. —¿Te casas así? ¿Sin la aprobación de tus padres? ¿Qué clase de persona eres, Grace?

Intento no enojarme, es mi día y debo estar feliz.

—Nunca te interesaste en mi vida, mamá. Solo querías alejarme de ella, sin embargo, hoy te doy la oportunidad de reivindicación. Soy una persona hecha y derecha, independiente y trabajadora, ¿Crees que voy a traer al mundo un bebé sin poder? Tengo todo para darle una mejor vida de la que tú me diste a mí.

—¿Crees que soy la que está mal? ¿Yo tengo que reivindicarme? ―Se ríe con sequedad. ―No cariño, aquí la está metiendo la pata eres tú.

Susan, Lilieth y Brooke siguen aquí y no quiero que se vayan.

—Sí, tú eres la que está equivocada.

—No, la que está mal eres tú, tú eres la que tiene una hija y eres la que se va a casar. ¿Crees que te tomará en serio? Empezaron como solo sexo y eso quiero decir dos cosas, a la larga no te va a respetar y tampoco te ama.

—Lucas me ama.

Niega de nuevo y suspira.

—Me voy, que sepas que estoy decepcionada de ti, nunca en todos estos años lograste algo para hacerme sentir orgullosa como madre.

―¿Nunca?

―Nunca, Grace.

Siento una punzada en mi pecho, sin embargo, enderezo mis hombros y la miro a los ojos con seguridad, la reto con la mirada.