Segundas oportunidades. ("Somos" libro #3)

CAPÍTULO 39 «Final».

Lucas Henderson.

Es Alice, y de nuevo como hace unos años atrás, me apunta con una pistola. Entonces mi mente comienza a unir piezas y ella nunca fue la buena de la historia. Se aprovechó de la enfermedad de su hermana, Dios, ella está completamente trastornada.

—Y se repite la historia, Lucas, Jace y en vez de Brooke, Grace. —Dice con una sonrisita. Patea el cuerpo de su hermana, el cual yace inconsciente en el suelo y se acerca a nosotros.

—¿Qué es lo que quieres? —Cuestiono yo. Cubro a Grace con mi cuerpo porque, aunque sé que se muere por darle la cara a Alice, su cuerpo tembloroso no está en condiciones.

—Ya sabes lo que quiero, dinero y a mi hijo.

Aprieto los dientes hasta el punto que siento que se me romperán.

—Podemos darte dinero, pero no a Tyler.

Alice rueda los ojos y da unos pasos hacia atrás.

—No estoy para juegos, acéptenlo, yo gané. —Se encoge de hombros y mira a Jace con ojos bonitos —¿Tu esposa es celosa?

—Mucho, mi esposa es capaz de arrancarte tu cabello hebra por hebra. —Responde Jace.

—Grace. —Alice eleva la voz. Quiero retenerla, pero es imposible. Sale detrás de mi cuerpo y alza su cabeza de forma digna poniéndose a mi lado.

—¿Qué mierdas quieres? Puedo darte el puto dinero, puedo sacarte del país, del continente si es lo que quieres. Pero estoy harta de tus juegos asesinos.

—Me da placer arruinar a las personas. —La mira sin emoción en sus ojos. —Y cuando supe que eras la novia de Lucas, se volvió una tarea arruinarte.

—Parece que hiciste un trabajo horrible, aquí sigo. —Grace su cruza de brazos y me fijo en su cuerpo el cual volvió a la normalidad.

—Ya sabes, el trabajo tienes que hacerlo tú mismo si quieres que salga bien.

—¿Vas a matarme?

—No.

—¿Y entonces qué vas hacer?

—Es mucho peor ver a quienes amas morir frente a ti. Lo siento Lucas, que sepas que solo fuiste un daño colateral de todo esto.

Apunta con su pistola hacia mi frente y no tengo escapatoria, la miro a los ojos y veo como presiona el gatillo. Cierro los ojos y escucho un grito de Jace. El disparo lo escucho, pero el dolor nunca lo siento.

Abro mis ojos y deseo nunca haberlo hecho. Grace recibió la bala por mí. Caigo de rodillas y mis ojos húmedos no me dejan ver con claridad.

—¡Ve por Tyler y llama a la policía! —Le ordeno a Jace.

Tomo el cuerpo de Grace y lo pego a mí con fuerza, recibió el impacto en el vientre y se desangra con rapidez.

—Grace, Grace, no me dejes por favor. —Le ruego con desesperación. Sus ojos no brillan cuando me mira.

—N–Nunca me pediste mat–trimonio. —Sonríe sin ganas.

—Haz silencio Grace, por favor, no gastes tu energía. —Pego su cuerpo a mí. Mis lágrimas llenan mi cara y mi corazón duele. Quiero gritar, llorar hasta el cansancio y matar a Alice con mis manos.

—¿N–No te querías casar con–nmigo? —Balbucea. La miro a ojos y limpio la lagrima que se desprende de la orilla de su ojo.

—En esta vida y en mil más me quiero casar contigo y ser el padre de tus hijos, pero para que eso sea real, no cierres los ojos, no lo hagas, no me dejes por favor, Grace, no me dejes.