CAPÍTULO 22.

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Lucas Henderson.

—Entonces, ¿No quieres o no puedes amarme? —Cuestiona mirándome a los ojos.

Querer y poder siempre han sido sinónimos de mi nombre. Era el Lucas que cuando quería algo, podía tenerlo. Personas y circunstancias de la vida me han hecho ser el Lucas que puede y no quiere porque no debe. La deseo como mujer y venero su cuerpo como un templo. Me gusta su alma y todo lo que me da como persona. Porque tiene la capacidad en envolverme con esos ojitos azules y su sonrisa de niña encantadora.

—No puedo.

Me sonríe con ternura porque a pesar de que no puedo, ella me entiende y maldita sea, como quisiera poder, pero no puedo. No puedo ceder de nuevo, no cuando mi estabilidad emocional no es la mejor. Sé que soy una buena persona, un buen padre, hermano e hijo, pero como pareja sentimental no estoy ni cerca de ser el mismo.

Y la quiero, ¡Joder claro que la quiero! Me abrió las puertas de su casa, me escucha, no me juzga y es más suave que mi almohada. Me gusta a tope, pero no quiero dañarla si no es que ya lo hice.

Otra razón más para irme pronto de su vida.

Ahora, soy el que quiere y teme. El que ama y no puede. No la merezco y eso lo supe desde el primer momento que su sonrisa calentó mi corazón.

Le sonrío sin mostrar mis dientes y ella besa el dorso de mi mano. Se acurruca en mi pecho y cierra sus ojos.

«—Creo que eres la persona más hermosa del mundo, Lucas.

—¿Eso por qué mi bella Alice?

—Porque eres todo lo que una vez pedí y eso te hace muy especial para mí, ojitos bonitos. —Me abraza por la cintura y se pone de puntillas para darme un largo beso cargado puro amor.»

Al día siguiente todo es menos tenso entre Grace y yo. Decido que realmente debo hacer amigos en mi estadía aquí porque todo es muy aburrido cuando Grace está trabajando.

Entonces, estúpidamente tengo miedo de herir los sentimientos de Grace saliendo a tomar algo con Ángela. Y bueno, me voy por el lado confiable llamando a mi vieja amiga, Lilieth.

—¿Hola?

—Hola, Lilieth. Soy Lucas.

—¡Luquita! ¿Qué tal?

—Bien, bien. Bueno, te llamo para preguntarte si quieres salir a tomar algo.

—Mhmmm...

—¡No en plan romántico! —Aclaro. —  Es solo que no tengo amigos aquí y me aburro cuando Grace no está.

Ella ríe a través de la línea y acepta.

Cuando salgo de la casa de Grace, ya Lilieth está esperando. El clima de día aquí es tremendamente caluroso, pero de noche es otra onda. Es por eso que llevo un polo blanco, unas bermudas, lentes de sol y unos tenis. Lilieth lleva un lindo vestido de flores azules y unos lentes rosados.

—¡Y bien Señor sin amigos! Cuéntame, que te lleva a invitarme a tomar algo.

—Bueno, Lilieth lo dijiste sola, el no tener amigos aquí, me llevo a eso. —Sonrío mientras caminamos. —Pero, cuéntame de ti, ponme al día en tu vida. Se siente raro no verte todo el tiempo con Brooke.

Ella sonríe con algo de nostalgia.

—Brooke y yo como amigas nunca funcionamos, queríamos creer que si por honor a la antigüedad ya que nos conocíamos de pequeñas, pero no. La verdad fue una amistad hasta que nos crecieron las tetas. Creo que de ahí todo se volvió una competencia. —Se encoge de hombros. —La extraño a veces, porque ella es una rubia inolvidable, pero estamos mejor así. Ni ella me genera inseguridad ni yo la lastimo con mis acciones. Créeme que madure mucho, lo que era a los 17 ya no lo soy a los 21.

Segundas oportunidades. ("Somos" libro #3)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang