Segundas oportunidades. ("Somos" libro #3)

CAPÍTULO 12.

Lucas Henderson.

Tengo que trabajar y estoy bastante cansado, digamos que Grace y yo no conocemos la definición de "Dormir toda la noche sin follar".

Para cuando salgo de baño aún Grace sigue dormida, está enrollada en las sábanas blancas, su boca está ligeramente entreabierta y su cabello color miel está suelto por toda la almohada.

Sexy.

Mientras me cambio intentando no hacer mucho ruido. Mi mente viaja a recuerdos pasados. Alice se detiene en mi cabeza y hace que un nudo de me forme en la garganta.

«—Te amo Lucas, eres completamente el amor de mi vida.

Me abraza y me besa con suavidad.»

Sacudo la cabeza intentando sacarla de ahí, ni siquiera merece que la siga recordando, nadie lo hace, ¿Por qué yo sí?

Me visto y escucho a Grace balbucear. Miro el reloj que cuelga en su pared y abro los ojos a tope. Me dijo que la levantara a las 8.

Me acerco a la cama y la sacudo con suavidad.

—Grace...

Abre un ojo y me sonríe.

—Hola.

—Hola, levántate.—También le sonrío y mi mano sin razón alguna despeja el cabello que le cae en su cara.

La quito y carraspeo.

—Son las 8 ya.

—¡Mierda!—Se levanta rápido haciendo que las sábanas caigan al suelo y su cuerpo quede desnudo.

—Si te sigues paseando así por la habitación haré que llegues el doble de tarde al trabajo.

Ella suelta una risa antes de meterse al baño.

¿Qué estoy haciendo?

No quiero recordar a Alice, pero vivo con el dolor de su partida aún así en tierra no haya sido más que una mentirosa.

Vivo con el miedo de confiar, muchas veces soy demasiado bueno para mí propio bien, pero esta vez no será así. Solo somos mi hijo y yo, no tengo espacio para nadie más en este momento.

Pero llega Grace y me saca una sonrisa, me lleva hasta el éxtasis, y me devuelve a la tierra como si nada. No sé qué tiene ella que hace que mi hijo no pueda dejar de mirarla, y algunas veces yo tampoco.

Tampoco es un delito, está buena, es buena en el sexo, en serio que lo es. Es buena en todo lo que ha hecho ante mis ojos. Algo peculiar de Grace que no he tardado mucho en darme cuenta, es que le encanta las demostraciones de afecto. Ama abrazar, besar, y el cariño físico.

El cual a Alice no le gustaba, odiaba los abrazos y besos fuera de la cama, ¿Cómo no me pude dar cuenta antes?

Lo más extraño es que estando con Grace me siento fascinado con sus muestras de afectos, cuando me abraza por la espalda, besa mi mejilla, cuando me abraza por la cintura y se pone de puntillas para besarme.