CAPÍTULO 25.

5K 409 217
                                    

Grace Austin, octubre 2017. (3 años atrás.)

Me siento aterrada por la experiencia que estoy a punto de vivir, ir a una discoteca sin identificación es una total locura. Mi novio Kaden, el cual de hecho es tres años mayor aseguró que me dejarían pasar y que no sería un problema. Nuestra relación es un "secreto" porque aun soy menor de edad.

Cuando lo vi, fue un amor a primera vista. Rubio, alto, blanco y ojos verdes, es comestible a la vista humana. También se fijó en mi desde el primer momento.

Es por eso que hoy decidí salir con él y dos de sus amigos, Víctor y Nate. Me escaparé de hecho, aunque Camila no está en casa por un viaje de trabajo no me dejaría ir a la discoteca sin tener la mayoría de edad.

Me miro por última vez en el espejo y amo lo que veo. Vestido corto negro de tiros finos con un leve escote en el frente, unos tacones a juego y mis labios carmesíes. Me veo bien, me siento bien.

Mi celular vibra en la mesita de noche y me apresuro a contestar, lo tomo llevándomelo a la oreja.

—Preciosa. —Dice Kaden y puedo jurar que me salen corazones de los ojos.

—Hola, amor.

—¿Estás lista?

—Sí.

—Vale, estoy en 5.

Cuelgo y tomo mi bolso plateado, arreglo mi cabello corto y liso, salgo de mi habitación con cuidado porque Enzo sigue durmiendo a unos pasos de mi habitación.

El aire frío me golpea cuando salgo de la mansión, en efecto Kaden y sus dos amigos me están esperando cuando salgo a la calle.

Víctor es alto y moreno, es el gracioso de sus amigos según me ha contado Kaden.

Nate es el sarcástico y varias veces ha hecho ciertos comentarios que me ponen incómoda, pero se los he dejado pasar. Es el más alto de los tres, tiene el pelo negro azabache rizado y sus ojos son tan azules como los míos.

—Hola. —Saludo. Me siento extraña solo con ellos y de paso imbécil por no tener una amiga para no ser la única chica. Pero bueno, confío en mi novio y sus amigos.

—Preciosa. —Kaden baja del auto y me planta en la boca. Sus dos amigos no bajan. —¿Por qué tan corta? —Me mira de arriba abajo.

—Me gusta el vestido, me veo bien.

Niega y resopla.

—Te ves como una puta.

No digo nada y me repaso con la mirada.

—No me veo así.

—Bien, lo que digas. Pero no te voy a defender si un hombre se propasa contigo por algo que te has buscado solita. —Se mete al auto.

Lo imito sentándome en el asiento del copiloto sintiendo que mi vestido fue una mala elección y que realmente luzco como una cualquiera.

—Hola, cuñada. —Me saluda el moreno.

—Hola, Víctor. —Le sonrío tragándome el nudo que me causaron las palabras de Kaden. —¿Qué tal llevan todo?

—Bien. —Responde Nate. —Me gusta tu vestido, tan corto como un trapo para limpiar la mesa.

—¿Eso se supone que fue un chiste? —Cuestiona Víctor y lo golpea con el codo. —No seas así.

Fijo mi vista en el camino apretando los labios en una línea recta. Solo quiero volver a mi casa, pero dudo que Kaden quiera girar de regreso y más ahora que está enojado por mi culpa.

Segundas oportunidades. ("Somos" libro #3)Where stories live. Discover now