Capítulo 2~Café

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Jeon JungKook se quería morir, tenía una ansiedad continua en su pecho que le oprimía hasta hacerle sentir más débil y cansado.

La tarde anterior no había podido concentrarse en su trabajo, varios cafés habían sido confundidos y otros tantos tirados al suelo. En la noche no pudo estudiar ni trabajar en sus proyectos de la universidad porque a su mente solo venia el lindo y delicado rostro de un Omega rubio. A la hora de dormir sus ojos bien abiertos y su mente jugándole la mala pasada de oler el rico aroma a bizcocho recién horneado.

Ahora, recién salido de su turno del trabajo al día siguiente, tras repetir la misma rutina de todos los días pero igual de perdido que el día anterior; patinaba cabizbajo por las calles de su ciudad.

Estaba enfadado, molesto más que nada, con todo en general. Odiaba el hecho de haber nacido Beta, el hecho de haber encontrado a su supuesto Omega destinado y que este hubiera huido de él.

Qué el rubio con el que chocó saliera corriendo cuando conectaron miradas le dio a entender que el rubio también había captado esa extraña sensación placentera de pertenecer de una manera ciertamente enfermiza pero idílica.

-Soy un desgraciado, encima de Beta, mi Omega sale corriendo. -Susurró para sí mismo, reprendiéndose al instante. -Debo concentrarme. -Se quejó en voz alta.

Necesitaba terminar un proyecto de dibujo, lo necesitaba para el viernes y su bloqueo mental por culpa del rubio no le ayudaba en nada. Su móvil sonó en su bolsillo y lo sacó aún patinando esquivando coches.

-Dime Hyung. -Un golpe al otro lado de la línea le hizo rodar los ojos. -¿Estás bien Nam? -Preguntó conociendo la torpeza de su Hyung más alto. Entre Jin y él lo apodaban "patito gigante" a modo de cariño.

-Sí Kook, solo he tropezado. -JungKook resopló girando hacia la derecha. -Quería pedirle ayuda.

-¿Para qué soy bueno Hyung? -Preguntó bajando del patinete al llegar a un parque infantil.

-Sé que debes estar ocupado, habría llamado a Jin Hyung pero él solo sirve para alentarme y... -JungKook le interrumpió.

-Y tú estás nervioso y necesitas que te tranquilice. -Habló tranquilo, conocía demasiado a sus Hyung's. Sus ojos oscuros cruzaron el parque, frente a él la escuela de artes de la ciudad. Él iba a la universidad, pero en la escuela de artes iban desde niños de 5 años hasta de 16 de diversas artes generales. Allí estudiaban músicos, bailarines o dibujantes.

-Sí. -Murmuró NamJoon al otro lado de la línea. -Tengo una cita con Hoseok esta noche. -JungKook sonrió saliendo del parque. -Es que es un Alfa muy guapo Kook. -Se quejó dramático el alto Omega, el Beta rió.

-Tan solo piensa que es tu destinado Nam Hyung, él va a caer a tus pies. -JungKook se odió por ser hipócrita. -Puede querer hasta lo patoso que eres; además lo describes como si fuera un solecito.

-Lo es Kook, lo es. -NamJoon soltó un suspiro enamorado que hizo sonreír al menor. -Te dejo, no quiero seguir molestando.

-No molestas Hyung. -Replicó con gracia, adentrándose al edificio. - ¿Estás más tranquilo?

-Sí, gracias Kook. Hablamos para ir al restaurante de Jin este fin de semana.

-Claro, suerte. -JungKook de maldijo por olvidar el drama de su Hyung más mayor con su Omega destinado.

Pero bueno, su problema era peor. Jin seguía viendo a su Omega en el trabajo, JungKook no sabía cómo localizar al rubio que literal salió corriendo lejos de él cuando supo que era un Beta.

Suspirando pesado siguió las pasillos hasta alcanzar la sección de exposiciones y comenzó a verlas detalladamente buscando inspiración. Su trabajo de esa semana trataba sobre la tranquilidad en su lobo, algo complicado si tenemos en cuenta que él casi ni sentía a su lobo al ser Beta. La única vez que lo había sentido realmente fuerte había sido la tarde anterior al oler el aroma a bizcocho del rubio.

Y él no estaba tranquilo para nada.

Una obra en particular clamó su atención; era la sencillez en ella. Un fondo blanco con una margarita brillante en un campo de hiedra venenosa. Observó las pinceladas, los colores, los matices y la luz en el cuadro.

-Esta obra. -Susurró para sí mismo en el silencioso pasillo. -Parece un reflejo muy primitivo del amor y la desdicha. -A su voz rebotando con el peculiar eco de unió una segunda captando su atención.

-Vaya, has sabido captar mi idea a la primera. -La voz grave y ronca apretó en sus oídos, su garganta y boca secas cuando su nariz aspiró el delicioso aroma de un café caliente.

Sus ojos fueron directos a conectar con los del hombre alto y castaño a su lado, un porte elegante y musculoso lo observaba con intriga.

Y Jeon lo sintió de nuevo, su lobo aullar y corretear por su pecho feliz pidiendo a gritos silenciosos la atención de ese alfa con aroma a café. Un delicioso café caliente en una mañana de invierno lluviosa; sus manos incluso sintiendo el calor de la taza y su nariz el humo vapear por ella.

-Alfa. -Susurró, sonando claro en el silencioso pasillo cuando lo encaró por completo.

-¿Omega? -Preguntó confuso el más alto, olisqueando el ambiente y sintiendo cada vez más el aroma del contrario. Jeon maldijo a su lobo por obligarlo a soltar feromonas.

-No, yo no soy un Omega. -JungKook apresó su labio inferior con sus dientes, comprendiendo la confusión de aquel Alfa que buscaba a su Omega destinado.

-Beta. -Se corrigió el chico, notando la sutileza y suavidad del aroma del contrario; JungKook asintió sin perder el contacto visual. -Madre Luna, yo no... -El castaño dio dos pasos hacia atrás, Jeon los dio hacia delante estirando sus manos hacia él. Joder, él también estaba asustado.

-Está bien, espera. -Pidió, su lobo agachando la cabeza y comenzando a sollozar preocupado porque se repitiera ma escena del día anterior con su Omega. -Hablemos un momento...

-No, yo... -Le interrumpió, apartando su rostro y vista hacia un lado. -Lo siento. -Susurró antes de girarse y echar a correr hacia las escaleras del fondo del pasillo.

-¡Espera! -Gritó Jeon siguiéndolo, subiendo de dos en dos las escaleras y perdiendo al Alfa cuando llegó al piso superior. -¡Joder! -Exclamó con la congoja en su ser.

JungKook conocía su propósito como Beta, pero ¿cómo iba a hacerlo si ambos destinados habían huido de él al saber de su existencia?

Su lobo aulló dolido, escondiéndose en lo profundo de su ser y volviendo a dormir donde JungKook no lo podía sentir. El gran pesar del rechazo apretando en su corazón mientras un intenso dolor de cabeza crecía en su sien.

Soltó una risa rota y amarga mientras abandonaba la institución de artes. Lo tenía claro; el juego de la madre Luna.

Y es que Jeon JungKook solo tenía una paz y tranquilidad en su vida; su momento de desconexión y qué más amaba. Ese momento que ahora estaría deseando pero de repudiaba a llevar a cabo por lo mismo.

El amaba tomar una taza de café humeante, como el aroma de su Alfa, con un trozo de bizcocho caliente recién horneado, como su Omega, y leer un buen libro de trama romántica, como su propio aroma.

☕📖🍰

Nota: Sí, ese era TaeHyung entrando en pánico. Pronto más y mejor 🤍

Trabajo de Beta ~ VKookMin ~ TaeHyung, JungKook y JiminWo Geschichten leben. Entdecke jetzt