Jeon JungKook es uno de los pocos de su casta, sí, Jeon JungKook es un beta. Uno de los maravillosos y preferidos hijos de la madre Luna.
Para Jeon siempre fue complicado adoptarse a su vida. De pequeño fue el niño del que nadie quería ser amigo, d...
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TaeHyung despertó en la comodidad de su cama, sintiendo la calidez de un suave suspiro constante en su cuello, sintiendo unos brazos rodearlo con necesidad y unas piernas entrelazadas con la suyas. Suspiró encantado con el fuerte aroma a libro nuevo cerca de su nariz, abrazó con fuerza el cuerpo en sus brazos recibiendo un apretón con la misma intensidad de vuelta.
-Vamos a chafar a Minnie. -Murmuró JungKook con la voz ronca, de recién despertar, y soltando una risita baja.
-Mi Mochi tan pequeñito que ni se nota que está en medio de ambos. -Rió también TaeHyung enterrando su nariz en el cabello de Jeon, ambos aún con los ojos cerrados.
-Nuestro pollito está chiquito y hay que cuidarlo. -Susurró con burla, cierta gracias adorable, JungKook. Ambos volvieron a soltar risas suspiradas y buscaron el acople perfecto de sus cuerpos chocando inevitablemente el de ambos y descolocándose. El Alfa y el Beta abrieron sus ojos de golpe al verdaderamente darse cuenta de que su Omega no estaba entre ambos durmiendo.
-¿Jimin? -Preguntó primero JungKook buscándolo en el pequeño apartamento.
-Buenos días; o buenas tardes, ¿noches? -Dijo el chico desde la cocina viéndolos con una sonrisa ladeada. Su cabello rubio estaba mojado, portaba solo ropa interior del Alfa y una camiseta del mismo cubriendo hasta sus muslos y su rostro estaba hinchado del lado izquierdo; un feo hematoma violeta cubriendo y manchando así su pálida piel. -No lo sé. -Bromeó riendo bajito, al instante una mueca de dolor le hizo detenerse.
-Cariño, ¿qué estás haciendo? -Preguntó sentándose TaeHyung, JungKook lo siguió, sobre el colchón.
-Café y bizcochos de microondas. -Dijo arrugando sus cejas rubias, hasta que mostró mucha energía y felicidad repentina. -¡No sabía hacerlos, pero en Google hay recetas super fáciles! -Canturreó corriendo para mostrarles los postres en tazas desde la mesita de café ante ellos. -Es la primera vez que los hago, pero tienen buena pinta.
-Amor. -Le detuvo JungKook, escrutando su rostro magullado y esa extraña energía alegre en él. -¿Estás bien? -Jimin mordió su labio inferior con cuidado del arañazo que las uñas de su madre habían dejado junto a él. Acto seguido caminó hasta el colchón y subió en este de pie hasta posicionarse de rodillas entre sus ambos novios y de frente.
Con todo el cariño y delicadeza extrema que debía llevar ante sus heridas, esas que había visto en el espejo del bajo del Alfa y le habían aterrado, besó primero a su Beta siendo un beso profundo pero corto. Cuando se separó del Beta, que correspondió el beso algo confuso aún, dejó un hilo de saliva entre sus labios que se rompió al entonces besar de igual modo a su Alfa.
-Estoy bien, de verdad. -Aseguró dejando caer su trasero sobre sus talones. Llevó su mano derecha a la mejilla de JungKook y la izquierda a la de TaeHyung. -No voy a mentir y fingir que no me duele; a fin de cuentas mis recuerdos de la infancia antes de ser un Omega cotizado son bonitos. -Explicó sintiendo de lado ante los recuerdos atesorados. -Mis padres me cuidaban, daban amor y cumplían todos mis caprichos; tuve una infancia feliz. Pero con el paso de los años, creo que lo mejor que me ha podido pasar es alejarme de ellos. -TaeHyung sentía su pecho oprimido inevitablemente y JungKook estaba algo desolado ante esa imagen feliz de Jimin por perder a sus padres; esa es una alegría que nadie debería realmente anhelar o experimentar. -Y os debo dar gracias por ello a vosotros; soy feliz con mi pequeña familia.
