Trabajo de Beta ~ VKookMin ~ TaeHyung, JungKook y Jimin

Capítulo 40~Mamá

🍰Narra Jimin🍰

Había pasado una mañana muy agradable con Aisha; resultó que ambos amábamos los musicales tanto en películas como en directo y habíamos acudido a ver algunos en común, obviamente cada uno en su ciudad natal.

Durante la mañana preparamos varios tipos de helados con leche; gastamos frutas de su huerto que no pudieron vender en el pasado mercado semanal y que estaban ligeramente maduras. Para la hora de comer teníamos hecho helado de fresa, vainilla, melocotón, ciruelas, cerezas, melón y sandía.

Pasado el medio día llegaron sus hijos más pequeños del instituto; los mellizos San y Woo resultaban como un rayo de luz y alegría refrescante tras el trabajo de la mañana. Para eso de las cuatro de la tarde me comencé a encontrar mal.

Eché la culpa a la gran cantidad de helado de fresa que había comido derretido y sin terminar por la mañana; simemente achaqué mi malestar a mi embarazo cuando sabía perfectamente que no era así.

Jennie y JiSoo habían llegado también de la universidad, verlas hablar con sus hermanos menores sobre su día, como ellos y ellas conocían perfectamente cada nombre dicho por los contrarios como personas involucradas en sus vidas, ver a mi suegra asentir y volver a prestar atención a sus hijos a la misma historia que acaba de escuchar en la comida con una mayor sornisa del mundo, ver cómo sin ser conscientes ni parecer forzado buscaban contacto suejtando sus manos, con caricias o abrazos...

Todo aquello me hizo recordar que yo nunca hablaba de mi día a día en la escuela a mis padres porque ellos ni me preguntaban ni escuchaban, ellos tampoco tenían ni idea de cómo se llamaban mis amigos, solo importaba Taemin y por obvias razones, ellos nunca me habían besado con ese cariño y protección y tampoco recordaba el estar entre sus brazos como San estaba en ese momento arrullado por Aisha.

Me sentía ridículo, como un niño pequeño celoso y encaprichado; pero es que era la pura verdad, estaba celoso y dolía mucho.

Sentía celos de ver que realmente existían familias como las que se mostraban en televisión en series y novelas; tal vez, si mi vida fuera una novela mis padres serían los antagonistas y los personajes odiados mientras yo sería el personaje que daba lástima y causaba rechazo.

Mis ojos cayeron al suelo, estaba sentado en el columpio del porche disfrutando del viento fresco que había comenzaba a surcar. Mis pequeños pies estaban descalzos y no tocaban el suelo, escasos 3 meses de embarazo y ya estaban hinchados por el calor.

Por instinto, aún pensando en mi peculiar y dejada familia, pasé mis manos bajo mi camiseta dando caricias a mi vientre ligeramente hinchado. Mis cachorritos, si tuvieran que pertenecer a una novela, serían el orgullo de sus padres y la envidia del mundo entero por poseer un amor tan incondicional como el que yo pensaba entregarles.

-¿Te duelen los pies cielo? -Mi vista se elevó del suelo y se encontró con Aisha saliendo al porche junto a mí.

-Y las piernas. -Respondí moviendo mis tobillos y dedos, la mujer tomó asiento junto a mí en el columpio y se inclinó hasta tomar mis pies y subirlos a su regazo. -No, estoy bien así. -Trató de bajar de vuelta los pies, ella los afianzó rodeando mis piernas y obligándome a colocarme de lado en el columpio.

-Has estado muchas horas de pie y el calor no ayuda. -Dijo sonriente, sus peletrantes ojos azules siempre me hacían apartar la mirada. -Debes ponerlos en alto para que circule mejor la sangre. -Asentí cabizbajo.