Ashura.

29.

Removal.

Una forma peligrosa, eso es todo lo que había que decir, pero si hay una forma de descubrir para mi esa técnica es que me atrevo a decir que puede ser equivalente a la espalda Hanma. Las naturalezas y características de ambos son diferentes, pero la sensación del dopaje recorrer por todo el cuerpo humano aumentando las capacidades hasta su máximo. El removal es eso, maximizar las capacidades y características físicas del individuo, y creo que en una situación donde debes enfrentarte a aquel que puede controlar esto al 100% sería muy natural pensar:

-¡Es un poder terrorífico!

Retsu Kaioh en todos los años que tenía como practicante de artes marciales chinas jamás en su vida había escuchado algo como esto, o algo sobre el clan Wu por ejemplo; esto podría considerarse un antes y un después en su vida, un encuentro sobrenatural de tal magnitud. Miró al joven Kure, sus músculos palpitaban a las par de sus gruesas venas, el tono de piel cambió de forma drástica a uno morado, casimente negro, su mirada estaba extasiada, las pupilas totalmente dilatas, podía sentir como la habitación temblaba, prueba de ello es el florero puesto en una mesita frente a la ventana, el agua se temblaba y poco a poco se movía el florero hasta una esquina.

Impresionado por la fuerza que emitía Raian Kure, sintió un deja vu, acordándose de la misma feroz fuerza que transmitía el propio Hanma Yujiro, un sudor frío cayó por su mejilla y a la vez una pequeña sonrisa. Emoción, adrenalina, miedo y unas inmensas ganas de dar todo lo que tenía encontrá de ese sujeto, Retsu Kaioh despertó su espíritu de guerrero y quizo tirarse en las mismísima fauces del diablo.

Todo eso ardió en su interior, a diferencia del Kure que radicaba en violencia y una sed de sangre palpable, Retsu estaba sereno y motivado también por el hecho de estar presente ante su maestro para así mostrar de que es capaz. Sus ojos brillaron en determinación, su mente de acero se abrió como un libro para con puños y patadas mostrar ese arsenal de técnicas que fue recolectando a los largos de los años. Raian sintió un cambio, esto le pareció interesante y emocionante. Kaku Kaioh también vio en lo que su alumno se había convertido.

-¡Oh!, ¡se lo está tomando enserio!-comentó el viejo.

Retsu sonrió.

-Ven, Raian Kure, mi nombre es Retsu Kaioh, y estoy dispuesto a pelear hasta la muerte contigo.

-¡¿Ah si?!-exclamó extasiado.-¡Eso lo veremos ahora!

Raian gruñó y seguido de eso se lanzó con todo hacía Retsu Kaioh.

-No hay razón para contenerse.

Hubo una colision entre ambos, una pequeña explosión o estallido que cegaria a cualquiera. Los dos viejos estaban sorprendidos, especialmente Erioh ante sus ojos vio como su nieto, ese que a pesar de su comportamiento volátil y acciones cuestionables por el propio clan, fue detenido en su máxima expresión de locura. Kaku sonrió, como todo maestro orgulloso de su alumno.

Raian Kure fue detenido en seco por el puño de Retsu Kaioh, el golpe fue totalmente contundente y directo a su plexo solar. La pierna izquierda de Retsu estaba extendida hacía atrás, presionando su pie en el suelo hundiendolo literalmente, hasta humo salía de ahí, su pierna derecha inclinada hacía abajo de rodilla. Raian Kure estaba confundido y sorprendido a la vez, su expresión lo decía todo, no se trataba sólo de que fue detenido sino por como él estaba; nadie nunca jamás logró hacerle daño en ese estado.

El dolor viajo desde su plexo solar hasta todo su cuerpo, como un punto de inicio que se expandió por todo su ser. Paralizado por el insoportable dolor después de haber recibido un golpe tan contundente, Raian Kure sonrió de felicidad, una sonrisa desfigurada porque quería quejarse más que nada, un poco de sangre sobresalía de sus dientes, y aceptando el dolor como todo peleador no dejó que esto lo detuviera. Dio un paso hacía adelante, respondiendo con un golpe sacando fuerzas de su adolorido interior, Retsu se cubrió con sus brazos, sólo se inclino un poco para atrás.