15.

473 54 12
                                    

De regreso.

Ese almacén que siempre estaba vacío, que ya nadie iba a ese lugar excepto por un joven peleador callejero, pero este había dejado de ir a ese sitio. Todo lo que él usaba para entrenar aún estaba ahí, pesas, sacos, manoplas, etc; un arsenal de entrenamiento desgastado. El niño rubio todavía va con esperanza de que vuelva su amigo, por decirlo de cierta forma.

El señor Ohma jamás volverá.—pensaba pesimista.

El niño se dio media vuelta, cabizbajo, decepcionado por todas las veces que ha ido y no ha encontrado al pelinegro, se rindió y decidió no volver jamás.

—Oye, niño.—el menor alzo su mirada, y cada vez que lo hacía, sus ojos brillaban de forma indestructible.—Ha pasado un tiempo.

—¡Señor Ohma!—exclamó lleno de felicidad.—¡P-pensé que le había pasado algo malo!

Ohma sonrió de lado.

—Eso nunca sucederá.—dijo.—Ven, ¿no quieres pasar?

—¡C-Claro!—asintió nervioso.

Los dos estaban adentro del almacén, el niño no podía creerlo, después de todos esos meses, casi un año, él por fin estaba ahí frente a él, sin duda alguna es el Ohma original ese que conoció. Ese chiquillo sentía una gran admiración por él, lo idolatraba y había hasta idiolizado como un héroe por sus hazañas contra los criminales, aún si la intención no era parecer eso.

Ohma miró a su alrededor, observó el sitio, sin duda le daba un poco de nostalgia ese sitio, pero también había un sentimiento de frustración al saber que nada de lo que hizo ahí fue suficiente para hacerle un rasguño a la criatura más fuerte del mundo. Su razón de esto es enfrentarse a los más fuertes, en especial a aquellos que se creen de esa forma cuando son sólo unos bocones debiluchos.

Posó su mano en el costal desgastado con magulladuras, cortes, y casi haciéndose pedazos. Suspiro, cerró sus ojos, el menor lo veía y sentía que Ohma había cambiado un poco, no sabía si era que se volvió más fuerte, o su personalidad cambió por completo, pero había algo distinto. Ohma lo miró de repente, sobresaltandolo.

—Niño, ¿quieres ver un truco?

—Ah, e-esta bien.

Ohma sonrió, miró el costal nuevamente, formó un puño, apuntó y golpeó; el golpe de Ohma había sido tan rápido que el niño no pudo verlo, sólo se dio cuenta que hizo aquello porque el otro lado del costal estalló. Estaba sorprendido, tanto que no sabía qué hacer en ese entonces, se puso pálido al ver tal demostración, antes él no era capaz de hacer golpes como esos, ¿o si?

—Ese fue mi golpe más rápido.

—Wow...—expresó con sus ojos abiertos como platos.

—Te diré algo: ser fuerte está bien, pero... Yo prefiero tener un buen equilibrio sobre mis cualidades.—dijo.—La fuerza no lo es todo.

El niño sintió un golpe de motivación y inspiración recorrer por todo su cuerpo, recibió las palabras de la persona que más admira y ahora se siente atraído hacía el mismo mundo que él. Esto era algo que nunca había sentido antes.

—Ah, señor Ohma.—le miró.—¿Qué hará usted ahora?, ¿se irá de nuevo?

Ohma sonrió.

—Si, tengo que irme. Debo preparame para pelear contra alguien muy fuerte.—contestó.

—M-muy bien, ¡le deseo mucha suerte!

El mayor acarició la cabeza del menor.

—Si, gracias.








En un callejón sin salida, oscuro y húmedo, dos tipos armados con navajas estaban acorralando a un enorme hombre, de apariencia extranjera, completamente recortado, pero podía verse que su cabello es rubio. La expresión del grandulon era aburrida, desinteresada en la peligrosa situación, un asalto.

—Eres bastante grande.—pronunció uno de los ladrones, evitó mostrar algún sigo de debilidad, ya que es el agresor, pero no podía parar de sentir una extraña presión o mal estar estando frente a ese individuo.—No eres de por aquí, ¿cierto?

Haciendo mención de su apariencia extranjera, el más alto sonrió un poco y miró a los ojos a ese joven vandalo que se había dedicado a robarle a las personas para poder comprar drogas, la mirada del más alto era afilada y profunda, no pudo evitar sentirse intimidado. Tan pequeño como un insecto.

—No, no lo soy.

Poseía un buen japonés. Un sudor frío bajo de su frente al oír su voz, de alguna manera sintió la necesidad de retractarse. En el fondo, muy en su subconsciente se cuestionó:

¿Esto es lo que siente una presa cuando está enfrente de un depredador?

Su compañero al ver como estaba dándole tantas vueltas al asunto, lo miró y expresó:

—¡Deja de hacer el tonto!, ¡solo quitemosle todo!—le apuntó con su navaja.—¡Danos todo lo que tengas ahora!

—Si yo fuera tú guardaría eso.—frunció el ceño el contrario.—No quieres salir lastimado.

Sus palabras, simples palabras, una frase dicha de una forma tan suave, como un padre advirtiéndole a su hijo que no haga esto y aquello en una conversación civilizada. Si hubiera sido otra persona, alguien normal, seguro ellos hubieran pasado por alto esta acción y lo tomarían como arrogancia; pero ahí estaba el problema.

No había arrogancia en sus palabras, sino una increíble sinceridad. Cosa que fue transmitida no sólo a sus cerebros sino también a sus cuerpos. Supieron de inmediato que no tenían ningún oportunidad, que este era uno de esos casos de: te metiste con el tipo equivocado.

Al ver que ambos perpetradores estaban estáticos y con expresiones choqueadas, Jack Hanma pasó por el lado de ambos. Los dos hombres reaccionaron asustados por esta normal acción, el más alto solo continuó con su camino, sea a donde sea que vaya.

Ellos nos saben que hubiera pasado si continuaban con esa escena, pero sabían que no iba a ser algo muy bueno. Más bien sería algo horrible y terrible. Fue ahí cuando se percataron de que los únicos arrogantes ahí fueron ellos.
















_____--_--_----_______--_____---------_______

Feliz año nuevo.

No tengo excusas esta vez, solo no tenía inspiración para continuar. Sinceridad ante todo.

Ojalá y la hayan pasado bien, y espero estar vivo este 2021 para seguro escribiendo y ustedes estén vivos para seguir leyendo.

Aunque no sé si alguien seguros viendo esto después de tantos meses.

Pero bueno, que más da.

Disfruten de la lectura y si, el próximo oponente de Ohma será Jack Hanma.

Nos vemos en el provino capítulo.

Chao.






Ashura. Where stories live. Discover now