#87: Destino Diferente

1.8K 107 34
                                    

Harry Styles 

-¿Listo?- pregunta Ariel, cuando entro al departamento desganado. Guarda el celular en el bolsillo de su saco color gris, al tiempo que se pone de pie:- ¿Dónde está la chica?- frunce el ceño cuando mira que cierro la puerta.

Me aclaro la garganta para responder:- Se...- formulo algo que sea coherente para decir, pero nada se me viene a la mente. Entonces digo con sinceridad:- Se va a quedar aquí.

-¿Y eso? ¿Por qué?- se acerca a la mesa para coger un folder amarillo:- ¿Tenía algo que hacer, cómo para qué no quiera ir contigo, Styles?

Su pregunta comienza hacer un efecto en mí, provocando que recuerde lo que sucedió hace unas horas, cuando desperté esta mañana. No fue muy agradable preguntar al silencio el nombre de la persona quien durmió conmigo. Pero asiento:- En unos meses entra a la universidad y... necesita seguir con sus estudios.

-Ya veo.- asiente repetidas veces, pero se encoge de hombros:- Es una lástima, pero ni modo. A lo mejor lo hace cuando se gradúe.- sugiere, dándome ánimos que son en vano.

-Pues si.- suspiro desganado, bajo la mirada al suelo.

-Es hora de irnos.- anuncia el hombre, acercándose a mi persona:- Dario nos quiere ver en el aeropuerto en veinte minutos, tomando en cuenta que ya pasaron como diez.- bromea.

No respondo, solo me limito a asentir y voy detrás de él cuando sale del departamento. Mis ánimos están por los suelos, incluso, mis ganas de querer formar mi carrera musical se esfumaron por completo. Realmente quería que ella fuera conmigo. Quería compartir estos momentos tan significativos para mí con ella. Pero lo único que me encontré fue la cama vacía y una carta en la mesita de centro, fue solo eso. Lo que le siguió después fue un silencio muy tormentoso y unas ganas de querer tirar todo lo que había en ese lugar. Así no quería que las cosas terminaran de esa forma, así no miraba la realidad.

Quería destrozar aquella hoja que tenía plasmado sus palabras, pero no me atreví hacerlo. Algo me detenía a que ignorará esa carta. Solo la dejé en su lugar y regresé a la habitación para cambiarme, encontrando mi ropa acomodada en la orilla de la cama. Hubiera preferido sonreír por esa acción, pero el pensamiento de que fui abandonado mientras dormía, reprimía todas las ganas a la basura. Antes de irme de la casa, no sabía si irme como si nada ocurrió o llamarle a uno de los chicos para comentarles lo que sucedió. Pero ambas opciones las deseché de inmediato, cuando la llamada de Ariel entró en el celular.

No voy a mentir, sí me dolió cuando desperté solo y abrazado a una almohada, preguntándome donde estaba Cassie. La habitación se sentía vacía, pero no era cualquier silencio que se guarda cuando no hay palabras, era un silencio que asfixiaba al grado de que se te olvide respirar. Creí que me encontraría a mi esposa sentada en la sala, mirando algo en su celular o llamando al idiota de Edward, pero no encontré su silueta, solo una hoja doblada y ya.

-.... Podemos ir primero allá y después...- escucho que alguien dice, pero me concentro en mirar por la ventana:- Dejame decirle.- Ariel me da un pequeño jalón de la manga:- Dice Dario que solo estaremos mañana en Holmes Chapel.

Frunzo el ceño confundido:- ¿Por qué? ¿Qué no quería grabar primero ahí y después salir?

-Ahí está el maldito detalle.- gruñe exasperado:- Como su compañía se encuentra en en Alemania, quiere tener la huella oficial de ese lugar.- informa, regresando el aparato a su oído:- Dejame grabar unas allí y...

Giro mi atención de nuevo a la ventana, observando lo que hay afuera del auto. Recargo mi cabeza en el vidrio, esperando a que lleguemos pronto. Por suerte, ya me despedí de mis padres y de Gemma, aunque la muy estúpida me llenó de besos toda la cara cuando se pintó los labios de color rosa, dejando mi piel manchada. La hubiera mandado al diablo cuando lo hizo, pero mis energías estaban cargándose, así que solo la dejé besarme todo el rostro, mientras me murmuraba un que te vaya bien hermanito y me abrazaba fuerte, escuchando como los huesos de mi espalda truenan.

Casada por su obsesión || Libro #1Where stories live. Discover now