Casada por su obsesión || Libro #1

#60: Calor Corporal

Harry Styles

Frunzo el ceño al llegar a la sala de estar, mirando un árbol decorado al lado de la puerta:- ¿Qué está haciendo esto aquí?- le pregunto a Cassie, quien está frente a él, observando con detalle el árbol. No está muy grande, pero tampoco no es una pequeña cosa.

La chica me mira con media sonrisa en sus labios:- Ed me lo ha traído y él mismo lo decoro.- señala el árbol:- ¿Te gusta?- pregunta con risa.

Observo bien los detalles y me sorprende que este bien acomodado todo. Nada es ostentoso, dándole un aspecto muy sencillo y lindo a la vez. Bueno para ser un gay, tienes que saber ser creativo en lo que se hace. Edward lo ha demostrado, por la forma en como quedo el árbol de navidad decorado. Pero solo una pregunta, ¿cómo diablos vino a la casa hacer todo esto? ¿En qué momento lo hizo? ¿A qué hora entro? Me acerco a la chica, que sigue mirando las esferas del árbol.

-¿A qué hora vino, Cassie?- le pregunto a la chica.

-Vino muy temprano, antes de que comenzara a llover.- explica, incorporándose para abrir la cortina, dejando mirar lo que hay afuera del interior de la casa:- Al parecer, no se quitara mucho la lluvia.- se acerca un poco más, pero un trueno hace que se retire de la ventana de inmediato.

-¿Ahora dónde está el imbécil?- le pregunto, sentándome en el sillón que está al lado del árbol.

Los ojos de Cassie me miran molesta:- No es ningún imbécil Ed. Es una persona muy suave y sencilla.- justifica al chico antes mencionado, toma asiento a mi lado y mira hacia la televisión que está apagada aun:- Esto no es una navidad como todas las que tuve antes.- suspira la chica, recargando su cabeza en mi hombro.

No entiendo mucho su forma de pensar, ni de ver las cosas, pero también para mí es muy diferente esta navidad. Mi familia no está a mi lado y no es como si me molestara ese hecho, yo fui quien quiso venir aquí por un tiempo. Pero no pensé que me iba a doler un poco no estar cerca de aquella aroma que inundaba la casa, cada vez que mi madre hacia un pavo y puré de papas. El aroma del vino, siendo abierto para servirlo en las copas de cristal. Aunque el árbol de navidad, trae consigo el aroma que me recuerda mi infancia. Sonrío de lado, al recordar cómo eran aquellos tiempos antes de creer y tener que entrar a la universidad para luego, tener que salir de mis clases para entrar a la empresa de Desmond. Realmente quería estudiar música. A veces los deseos no se vuelven realidad. Al menos no para mí.

-... creo que tenemos que hacer algo, Styles.- escucho como mencionan mi nombre, sin prestar mucha atención.

-Como quieras Dhalia.- digo, sin mirar a la chica quien está a mi lado.

-¿C-Como me llamaste?- alguien pregunta a mi lado, haciendo que mire a la dueña de aquella voz. Sus ojos están fijos en mí, pero su expresión dice otra cosa.

Luce molesta, como si le hubiera dicho algo que a ella no le gusto. Miro como se pone de pie, observando cómo se lleva una mano a su boca para cubrirla. Observo que en su muñeca adorna aquel brazalete que le regale el día que cumplimos 4 meses de casados. Aun la lleva en su muñeca, a pesar de lo que le hice. Pero lo que no entiendo es su comportamiento tan repentino. Me pongo de pie, cuando miro como hay un brillo en sus ojos, como si quisiera llorar por algo tan grave.

-¿Qué pasa, Cassie?- le pregunto, tratando de sujetar su mano pero la arrebata de inmediato de m alcance:- ¿Ahora que hice como para que te comportes así?

Segundos después, las luces se van de pronto. Lo bueno que aún es de día y no se necesita por ahora la luz, pero espero que regrese pronto y solo sea un corto pequeño, porque no pienso quedarme a oscuras en este día. Escucho que Cassie susurra algo, pero no logro entenderlo que ha dicho. Sale de la estancia dejándome solo para irse no se a donde, a lo mejor a la habitación o al baño. Vuelvo a sentarme en el sillón, pensando en la posibilidad de que algo no salió como se debía. Pero aun no entiendo lo que sucedió realmente, como para que actué de esa forma. Bueno, no me preocupo mucho.