Casada por su obsesión || Libro #1

#12: Escándalo

Cassie Walker

-Te digo que sí, no te preocupes por lo que pasa.- suspiro agotada de repetir lo mismo, coloco una capa más de labial y lanzo un beso en el aire:- Además.... No creo que tu novio sea un egoísta y un malagradecido contigo por hacerle una reunión en un bar nocturno.

La escucho reír un poco:- Creo que no hace falta que te cuente más de esto, solo... estoy nerviosa por su expresión o que no quiera ir a festejar ahora.- dice con un poco de tristeza.

-Jess, escúchame, amiga...- me siento en la cama para concentrarme en las palabras que saldrán de mi boca:- No va a pasar nada malo hoy. Él sabe perfectamente que lo amas mucho y lo que hiciste ahora es una muestra de cariño que sientes por él.- la ánimo.

-Si no quiere festejar su cumpleaños conmigo, no lo voy a obligar que lo haga.- siento su sonrisa en cada palabra. Esta es la Jess que conozco:- Entonces nos vemos en el bar Circus.

-Claro.- digo antes de que cuelgue la llamada.

Me levanto de la cama y busco el bolso por el tocador, encontrándolo debajo de las cajitas de maquillaje. Guardo el celular dentro y salgo de mi habitación cerrando la puerta detrás de mí. Escucho la voz de mi padre a lo lejos, conforme bajo los escalones averiguo que se encuentra en su despacho, hablando por teléfono con alguien, imaginándolo caminar sin sentido por el espacio del lugar. Dejo el bolso en el mueble que está aún lado de las escaleras, acomodando mi falda.

-¿Lista?- escucho una voz detrás de mí, me giro para encontrarme con mi madre:- Tu padre termina la llamada y te lleva.- informa caminando por el pequeño pasillo queda hasta el despacho de mi padre, abre la puerta asomando solo la mitad del cuerpo y dice:- Tu hija ya está esperando a que la lleves.- no espera una respuesta cuando cierra la puerta.

-Gracias.- le sonrío y ella deja un beso en mi frente.

-Que te vaya bien en el bar. ¿Llevas la identificación?- pregunta.

-Si.

-¿El gas pimienta?

-Si.

-¿Mentas?

-Si.- ruedo los ojos.

-¿Dinero?

-Sí, madre.

Sonríe de lado:- Esa es mi chica.

Se escucha una puerta cerrarse:- Ahora sí, vámonos ya.- dice mi padre, acomodando la chaqueta sobre su cuerpo, le planta un beso a mi madre cuando esta cercas:- En seguida regreso, amor.

-Con cuidado.

Ambos asentimos a ella y salimos por la puerta, donde el aire nos recibió de buena manera. El clima es muy templado y soportable por ahora, apenas son las 5 de la tarde. Subimos al auto y Paul enciende el motor para salir de la cochera, lo bueno que no transitan muchos por las calles de la residencia y eso es una ventaja, porque así que estés apurado nadie te estorba al momento de salir de tu casa. Un guardia nos dio las buenas tardes y nos dejó salir al tráfico.

-Nada de alcohol, Cassie, ¿está claro?- dice mi padre algo serio, mientras se acomoda el cinturón de seguridad en un semáforo que está en rojo:- Ni tampoco quiero que Austin tome.

-Padre, él no toma nada que tenga que ver con alcohol y lo conoces desde antes.- me queje.

-Por si lo llega hacer.- advierte, avanzando en una calle solitaria:- Y otra, que no intente propasarse contigo, si pasa algo así quiero que me lo digas.