Capítulo 8: Quemadura

496 45 2
                                    

Al terminar su carrera y volver a la residencia Miriam miró su móvil y vio todas las notificaciones que tenía de Mimi. Pudo ver desde la pestaña de notificaciones alguno de los mansajes que le había mandado, un "lo siento si he hecho algo que te haya molestado". No, no había hecho nada que la hubiera molestado. Es más, lo único que le molestaba de la situación es como se había comportado ella con Mimi. Le dio varias vueltas sobre sí debería decirle algo para disculparse.

Entró en la ducha para limpiar todo el sudor por la carrera que se había pegado, y también con la esperanza de que aclarase un poco sus dudas, pero no fue así. Al salir seguía teniendo la cabeza hecha un lio.

Se sentía fatal por como la había tratado, sobre todo cuando Mimi solo había intentado ser maja con ella.

Después de vestirse y aun con la toalla en la cabeza se sentó al borde de la cama y buscó la conversación de Mimi. Al leer directamente los mensajes que la rubia le había mandado pidiéndole perdón por algo que ella no había hecho solo la hicieron sentirse peor aún. Comenzó a escribirle un mensaje:

Miriam: "Oye, antes me pasé un poco, no quería decir eso exactamente. Siento lo que dije. No era por ti, es que yo..."

Paró de escribir el mensaje. Le sonaba ridículo todo lo que estaba escribiendo. ¿Qué iba a decirle? ¿Qué se estaba rayando porque ella no paraba de tirarle fichas y creía que le empezaba a gustar?

Volvió a mirar la pantalla del móvil dudando en cómo seguir el mensaje. Al final decidió borrar todo lo que había escrito y empezar de cero.

Miriam: "Perdón por lo que dije antes. Estos días he estado un poco agobiada por todos los cambios, lo trabajos de la uni... y al final lo he acabado pagando todo contigo, no quería decir que fueses una pesada. "

Eso fue lo más decente que se le ocurrió escribir. Tras repasarlo una y otra vez le dio a enviar.

Después de eso intento obligarse a sí misma a cenar algo. Tenía un plátano casi negro y una manzana algo arrugada y se recordó mentalmente que al día siguiente tenía que hacer la compra. A mala gana se tomó las dos piezas de fruta para no tener que tirarlas y se metió en la cama para intentar descansar algo.

La tranquilizó un poco el hecho de que Mimi le hubiera contestado.

Mimi: "No pasa nada"

"Ya hablaremos"

A pesar de que la chica le había contestado aún seguía con dudas en la cabeza, que prácticamente le impidieron pegar ojo esa noche.

-.oOo.-

El día de Miriam había empezado de culo. Cuando fue a desayunar se iba a preparar un té, pero se le olvidó poner agua en la taza, lo que hizo que a los pocos segundos la bolsita de té empezase a arder en el microondas. Al sacarla para poder apagarla en el fregadero no se le ocurrió cogerla con alguna toalla, así que acabó con una pequeña quemadura en la mano.

Solamente tenía un trozo de venda con el que poder taparse la herida y además iba con el tiempo justo para llegar a clase. Después de lavarse la herida con agua y tapársela como pudo con la venda, salió corriendo con la mochila hacia clase.

Agoney y Amaia, con quienes solía ir por la mañana ya se habían ido. Cuando llegó a clase los vio sentados en sus asientos. Agoney le lanzó una mirada de interrogación preguntándole por qué llegaba tarde y ella le mostró su mano vendada, sin poder decir nada más porque ya estaba entrando el profesor.

La mañana siguió igual de mal que como comenzó. El último ensayo que tenía con los profesores con el tema que tenía preparado con Agoney fue fatal. La coreografía no le salía, el dolor en la mano no paraba de distraerla, incluso había desafinado un poco con la canción. A pesar de que tanto los profesores como Agoney intentaron animarla, no consiguieron demasiado.

Todas las flores / Miriam2Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt