Capítulo 19: Halloween (parte 1)

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Miriam odiaba disfrazarse.

Mimi... Bueno, Mimi era Mimi.

Por eso cuando Mimi llegó a la habitación con un par de disfraces de ángel y demonio solo pudo rodar los ojos.

- Tía pon un poco de tu parte. No te querías disfrazar de bruja, no te querías disfrazar de enfermera sangrienta, no te querías disfrazar de zombie...

- Exacto. No quiero disfrazarme

- Pues ya he comprado los disfraces, así que chitón.

Miriam volvió a rodar los ojos.

- Y deja de ponerme los ojos en blanco, que al final te vas a aquedar bizca.

Esa noche habían decidido salir todos juntos de fiesta, pues entre que uno no podía una noche y otro no podía otra, llevaban desde el inicio de curso sin quedar todos juntos. Tenían un reservado en una discoteca del centro, pero antes iban a cenar en la residencia, ya que según los más veteranos de la residencia, en fechas especiales era imposible cenar fuera porque estaban todos los bares y restaurantes a rebosar.

Mimi aseguró que algunos de sus compañeros se iban a disfrazar, y aunque a la gallega eso no le hacía mucha gracia, acabó aceptando a regañadientes.

- Yo me pido el ángel – gritó Mimi apresurándose a coger el disfraz.

- No te pega nada.

- Claro, por eso es un disfraz. – le contesto guiñándole el ojo antes de meterse al baño a ponérselo.

Mientras Mimi se cambiaba en el baño, Miriam hizo lo mismo en la habitación. Cuando abrieron las puertas y se vieron era imposible decir a quien se le caía mas la baba.

- Oye, si me van a recibir así en el infierno a mí no me importaría ir... - dijo Mimi agarrándola por la cintura para acercarse a besarla.

- Tranquila, que tienes todas las papeletas. – le contestó su novia devolviéndole el beso.

- ¿Me dejas pintarte? – preguntó Mimi señalando un pequeño neceser de maquillaje.

- Ni se te ocurra hacerme nada raro.

Por suerte, Mimi se comportó. Miriam llevaba la sombra de ojos y el pintalabios rojos, y Mimi con una sombra de ojos plateada y los labios rosa pastel.

Cuando Miriam pensó que ya había acabado, Mimi se sacó los cuernos y el tridente de demonio, y unas alas de ángel de la mochila, haciendo que Miriam rodase otra vez los ojos.

-.oOo.-

La cara de mala leche que tenía Miriam al ver a sus compañeros y ver que solo Cepeda, Roi y Ana iban "disfrazados" le pegaba mucho con el disfraz de demonio que llevaba puesto.

Cepeda y Roi iban de zombies, si es que la camiseta rasgada y algo de pintura negra y verde en la cara podía llamarse disfraz de zombie.

Ana, por otra parte, solo llevaba un gorro de bruja.

- Te voy a matar – le susurró a Mimi al ver a sus amigos.

Aunque sus amigos alabaron sus disfraces a Miriam siguió sin hacerle gracia.

-.oOo.-

El bus para ir al centro iba a rebosar, y prácticamente su grupo de amigos ocupaba más de la mitad del bus.

Por suerte, aunque hacía frío no tuvieron que esperar mucha cola para entrar a la discoteca. Dejaron los abrigos en el ropero y se dirigieron hacia su reservado.

Todas las flores / Miriam2Where stories live. Discover now