Capítulo 31: San Valentín (parte 2)

572 61 0
                                    

- Paso al baño a lavarme los dientes – anunció Mimi mientras su novia asentía.

Miriam ojeó las notificaciones que tenía en el móvil, pero no había nada interesante. Recordó la cajita con el regalo que le había acabado de dar su novia. La sacó de la bolsa y la miró con recelo, dudando sobre si ponérselo o no.

Al examinarlo más de cerca el conjunto le pareció precioso, pero demasiado revelador para lo que ella solía usar. Definitivamente no era algo de uso diario, si no para ocasiones especiales.

Ocasiones especiales ¿Cómo San Valentín?

Su novia no iba a tardar mucho más en salir del baño, así que sin pensárselo demasiado se desvistió y se puso el conjunto de encaje rojo que no dejaba demasiado a la imaginación. Mimi había acertado con la talla, y al verse en el espejo del armario le gustó como le quedaba, aunque la vergüenza por llevar algo así seguía notable en el color de sus mejillas.

Cuando Mimi salió del baño y vio la escena se quedó boquiabierta y con un cúmulo de emociones:

Sorpresa, al ver que Miriam se había puesto el conjunto.

Ternura, al ver cómo, a pesar de estar preciosa, Miriam intentaba taparse un poco con los brazos.

Y excitación, al ver la figura de la gallega y como el encaje rojo del sujetador marcaba la curva de sus pechos.

- Jo-der – murmuro antes de prácticamente saltarle encima para besarla.

Miriam sonrió ante la reacción de su novia.

- No he visto mujer más preciosa en la vida. – le susurró Mimi al oído.

- Pues deberías mirarte al espejo de vez en cuando. – le respondió Miriam pícaramente.

Mimi la aprisionó entre su cuerpo y la puerta del armario y le apretó el culo, haciendo que la gallega gimiese.

Gruñó cuando oyó varios golpes insistentes en la puerta y Miriam le puso una mano en el pecho separándola un poco.

- Haz como que no hay nadie y deja que se vayan – pidió Mimi con una mueca.

- No seas mala, si seguro que se van en seguida.

Por desgracia la gallega no tenía razón del todo. Se puso otra vez la camiseta y el pantalón antes de ir a abrir la puerta y dejar pasar a Aitana.

- Ay, perdón chicas, no sabía que estabaís juntas.

- Pues es San Valentín, era de esperar. – dijo llevándose una mirada amenazante por parte de su novia.

- ¿Qué pasa peque? – le preguntó Miriam.

- ¿Tú reconoces esta letra? – le preguntó sacándose una piruleta del bolsillo y abriéndole una nota que había pegada a ella.

Tanto Miriam como Mimi se acercaron a ver la nota que les mostraba Aitana, y reconocieron la piruleta, puesto que se llevaba anunciando en las facultades desde hace ya varias semanas. La delegación de alumnos lo organizaba todos los años y consistía en que tú podías comprar una piruleta para alguien y ponerle un mensajito y se encargaban ellos de dársela al destinatario.

"Creo que me llevas gustando algún tiempo, pero no sé si yo también te gusto a ti y no sé cómo decírtelo a la cara, por eso te mando esta piruleta para decirte que creo que me gustas y si te gustaría quedar para cenar hoy conmigo"

Se miraron la una a la otra. Ya era un secreto a voces que Nerea y Aitana se gustaban, pero parecía que ellas dos eran las únicas que no se daban cuenta.

Todas las flores / Miriam2Where stories live. Discover now