Capítulo 11: Cena

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En cuanto llegaron a la residencia de Miriam decidieron que primero se iban a dar una ducha y después harían algo para cenar.

El primero en entrar al baño fue Efrén, ya que no quería esperar a que su hermana estuviese 3 horas lavándose el pelo. Al salir, su hermana se metió en la ducha para ducharse ella también, mientras que su hermano se quedó en la habitación para cambiarse.

O bueno, ese era el plan, porque nada más entrar la rubia a la ducha alguien llamó a la puerta. Miriam le gritó "Abre tú que yo ahora no puedo". Y eso hizo. Vestido con solo una toalla que le cubría de cintura para abajo fue a abrir la puerta. Se encontró a dos chicas, una rubia y otra morena con flequillo con cara de sorprendidas. Ambas chicas giraron la cabeza para comprobar que habían llamado a la habitación adecuada, y al ver que así era se quedaron con cara de asombro.

- Perdona, no sabíamos que Miriam estaba ocupada – dijo la chica del flequillo haciendo hincapié en el ocupada.

- Si, perdón, ya nos vamos – dijo la rubia empujando a su amiga para irse

Efrén no pudo evitar reírse, asumiendo lo que estaban pensando las dos chicas.

- Miriam está duchándose, si me dejáis un segundo para cambiarme os dejo pasar.

Las dos chicas se miraron y asintieron.

Efrén no tardó más de 3 minutos en cambiarse y volver a abrir la puerta para dejar pasar a las dos chicas que estaban susurrando en el pasillo.

- Soy Efrén, el hermano de Miriam

Aitana y Nerea se miraron comprendiendo mejor la situación y se presentaron también.

A los pocos minutos Miriam salió con una toalla en la cabeza y vestida con su pijama, preguntado "¿Quién llamó?" antes de darse cuenta de quien estaba en la habitación. Se quedó un poco sorprendida.

- Hemos venido a ver si querías venir a cenar con nosotros. Agoney nos dijo que no ibas a salir a la fiesta pero veníamos a ver si querías cenar al menos, que esta semana casi no te hemos visto. – aclaró Nerea

- Pero no sabíamos que estabas con tu hermano – dijo Aitana

- Se creían que era tu novio o algo así – rio Efrén

- Es que nos abrió estando un poco... indecente – contestó Nerea

Miriam abrió mucho los ojos y le pegó una colleja a su hermano

- Si fuiste tú la que me dijo que abriese

- Bueno, ¿vais a querer venir? – preguntó Nerea

Miriam miró a su hermano preguntándole con la mirada si quería ir.

- Por mi bien, íbamos a cenar igualmente, así conozco a tus amigos.

-.oOo.-

Después de dejar que Miriam también se pusiese algo de ropa para no ir en pijama se dirigieron a la habitación de Raoul donde estaban todos reunidos, ya que al compartir cocina con Ricky era más grade y cabían mejor.

La sorpresa de la gallega llego cuando vio que no solo estaban los de la residencia, sino también los de fuera. Buscó con la mirada a Mimi, pero no la encontró por ninguna parte y suspiró decepcionada.

- Está abajo, ha ido con Cepeda a recoger las pizzas – susurró Agoney en su oído.

Miriam se sobresaltó y pegó un salto, pues no se esperaba que Agoney saliese así de la nada. Le presentó a su hermano y se sentó junto con Agoney, Nerea, Aitana y Efrén en una esquina.

A los pocos minutos se oyeron unos golpes un poco torpes en la puerta. Raoul se levantó a abrir y aparecieron Mimi y Cepeda con varias cajas de pizza en las manos.

Miriam sonrió al ver a Mimi, ganándose que su hermano le susurrase "Más te vale hablar con ella después, que mira cómo te has puesto, se te cae la baba... Voy a tener que pedirles una fregona". Iba a echarle una mirada, pero sabía que su hermano tenía razón.

Se formó un círculo alrededor y se fueron pasando las cajas para que todos cogiesen un trozo y después dejaron las cajas en medio.

- ¿Y dónde vais a ir? – preguntó Miriam a sus amigos

- Vamos a ir a una discoteca del centro, la próxima te vienes y te la enseñamos. Esta bastante bien, es baratita y ponen buena música – contestó Ana

- Aun estáis a tiempo – sugirió Ricky

- Ufff, llevamos un día movidito... Otro día si eso

La conversación siguió con los chicos discutiendo sobre como volverían a la residencia y quien se quedaba a dormir con quien.

Vio por el rabillo del ojo como Mimi se levantaba y se dirigía a la cocina para echarse algo de beber. Aunque intentó ser disimulada, tanto su hermano como Agoney le mostraron una sonrisa pícara al ver que se levantaba también.

Al llegar al lado suya vio que solamente se estaba echando un refresco.

- Ella, responsable, que no bebe – dijo haciendo que la rubia pegase un salto

- Que susto – dijo Mimi un poco enfadada viendo que había derramado un poco de liquido

- ¿Me echas a mí también? – preguntó cogiendo un vaso y dejándolo delante de Mimi.

Tras echarle la bebida y dársela Mimi observó que ya no llevaba la mano vendada.

- ¿Ya tienes la mano mejor?

Miriam asintió.

- ¿Tú qué tal? Que estos días casi no hemos hablado – le preguntó un poco intimidada por la reacción que podría tener

- Bien, liadilla con la uni. ¿Y tú?

- Igual – dijo sin saber muy bien como romper el ambiente tenso que se había formado – Esta mi hermano aquí este finde, a lo mejor quieres salir a tomar algo con nosotros, no se...

Mimi se quedó un poco paralizada ante esa propuesta. Su mente no sabía muy bien que decir. Ella la había echado de menos estos días, pero por otra parte seguía dudando si era buena idea volver a acercarse demasiado a la gallega, después de lo que había pasado la semana anterior.

- Bueno, que si no quieres no pasa nada – dijo Miriam al darse cuenta de que tardaba demasiado en contestar.

- No, no... Es que estaba pensando en cuando os podía dejar un hueco, que este finde tengo que estudiar mucho. – dijo dejando sus rayadas a un lado y mostrándole una sonrisa - ¿Te parece mañana por la tarde por las 19:30? Podemos hacer merienda-cena en un bar del centro que tiene unas tapas que te mueres.

La sonrisa que le salió a Miriam iluminó toda la cocina, y Mimi al verla no pudo evitar sonreír también.

- Perfecto, mañana iba a enseñarle un poco la ciudad, que hoy ya hemos estado en Madrid capital. Pues, ¿me vas diciendo mañana donde quedamos y tal?

La rubia asintió y le hizo una señal para que volviesen con el resto a terminar de cenar.

Al volver a sentarse vio que Raoul había ocupado su sitio al lado de Agoney. Cuando éste miró a Miriam le levantó una ceja y le mostró una sonrisa pícara al ver de dónde y con quien venía, lo que hizo que Miriam le devolviese el gesto señalando a Raoul.


Todas las flores / Miriam2Where stories live. Discover now