Capítulo 40: Baleares (parte II)

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Miriam se despertó de un golpe en la cabeza. Se había quedado dormida esperando a que Mimi saliese de la habitación para poder hablar con ella, y claro, al abrir la puerta... Bueno, acabó en el suelo.

La mayor estaba confundida sobre qué hacía su novia en el suelo. La menor también tardó un poco en darse cuenta qué estaba pasando, pero tardó menos de 5 segundos en reaccionar y ponerse de pie delante de la rubia.

- ¿Qué tal estás? – pregunto la gallega.

- He tenido momentos mejores – intentó bromear la otra, aun con la cara roja por haber llorado.

- Tenemos que hablar – dijeron las dos al uníson.

Miriam asintió, entrando a la habitación que iban a compartir para tener un poco más de privacidad.

- No quiero seguir con esto. – dijo Mimi

La gallega se quedó helada. Se giró para mirarla a los ojos, pero Mimi no alzó la vista para mirarla.

- Claro que no, no puedes seguir con esta tontería.

Mimi hizo una mueca dolida por las palabras de su compañera.

- Lo siento, pero no puedo... Eso no es para mí. Claramente yo nunca he sido de relaciones y claramente esto me viene grande...

Miriam no sabía que pensar. ¿De verdad estaba rompiendo con ella?

- Mimi. ¿En serio? De verdad que no pensé lo que dije esa noche.

- No es solo por eso – la cortó la rubia – No quiero decir el topicazo, pero no eres tú, soy yo. – Intentó sonreír al decir eso.

- Mimi, no estoy entendiendo nada... - dijo la gallega sin poder contener más las lágrimas. - ¿A qué viene todo esto?

- A que no puedo más. Lo he intentado a tope, pero no puedo seguir en esta relación... - paró para coger aire – Necesito un poco de tiempo.

- ¿Pero qué he hecho para que no quieras seguir conmigo? – dijo partiendo el corazón de Mimi – De verdad que lo del beso con Ana fueron unos celos tontos...

- ¡Que no es eso! – gritó Mimi.

- ¡Pues explícame al menos por qué carallo me dejas! – le devolvió el grito.

- Porque no puedo más. Porque siento que por mucho que lo intente nunca es suficiente. Y no puedo vivir más con ese sentimiento.

- Pero es que si es suficiente Mimi, es más que suficiente... - intentó calmarla la gallega.

Mimi solo puedo negar con la cabeza.

- Miriam. No quiero que pienses que no te quiero ni nada de eso, porque joder, a veces me da hasta miedo lo mucho que te quiero... Pero no puedo estar contigo en estos momentos. Yo no estoy bien, y no sería justo para ti aguantarme así. – dijo sentándose en la cama.

- No decidas que es lo justo para mi... - la reprimió Miriam

- Esto es lo más justo para las dos...

- No lo es, y lo sabes. – lloró la menor sentándose al lado suya.

Durante unos segundos Mimi se quedó callada mirándola.

- Miriam – dijo cogiendo su mano entre las suyas – Te quiero mucho, eso que te quede claro. Pero ahora no puedo seguir con esto. Necesito un poco de tiempo para mí. Eso entiéndelo, por favor.

Miriam asintió con la cabeza. Eso era comprensible. Pero el miedo de perderla para siempre era demasiado grande.

- No sé cuánto tiempo será – siguió hablando la rubia – Por eso no quiero dejarte atada a esto. – intentó explicar buscando las mejores palabras. – Porque no te mereces estar pasándolo mal por mí. Quiero que sigamos siendo amigas, pero ahora no puedo ofrecerte nada más. – dijo dejando un beso en su mano.

Miriam no podía decir nada. Simplemente asintió con la cabeza. Después de unos minutos de silencio, se levantó y la abrazó con la máxima fuerza que pudo.

- Sabes que estoy aquí para lo que necesites. – dijo obligándola a mirarla – Y que voy a estar esperándote. – dijo mientras Mimi negaba – Y eso no lo vas a poder cambiar, por mucho que quieras.

Tras unos minutos Mimi se separó del abrazo.

- Voy a dormir con Ricky, así tienes más espacio y no nos incomodamos. - comentó sin poder mirarla a los ojos.

Con un último beso en la mejilla se despidió de ella, con la esperanza de que esa despedida no durase mucho.



Todas las flores / Miriam2जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें