Capítulo 24: Víspera de Reyes

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Posiblemente esas habían sido las peores vacaciones de navidad de la gallega.

No solo porque se las había pasado agobiada, si no porque ni siquiera podía pasar la noche de reyes con sus familiares.

Por desgracia, empezaba los exámenes el día 7 de enero y no podía volver a la residencia el día 6 porque no quedaba ningún billete ni de tren ni de bus. Aunque sus padres intentaron convencerla de que ellos podían llevarla con el coche no aceptó, ya que no quería estropearles a ellos también el día.

Por eso, su única opción para poder volver a la residencia antes de los exámenes era volver el día 5, aunque eso suponía no estar con su familia.

Cuando se despidió de sus padres y su hermano en la parada de autobuses intentó no llorar, y lo consiguió, hasta que se quedó sola en el autobús.

No solo fue la sensación de soledad que sintió en ese momento, si no todo lo que había sucedido esas vacaciones.

En primer lugar estaba el agobio que sentía por los exámenes. A pesar de que había estudiado un montón sentía que no se sabía nada y que los exámenes que tenía inminentes no le iban a salir muy bien.

En segundo lugar estaba el "enfado", si se podía llamar así, que llevaba todas las fiestas porque toda su familia no paraba de preguntarle por su novio. Al principio solo sentía un poco de agobio con las preguntas, pero debido a que no paraban de picarla, el agobio acabó convirtiéndose en enfado.

Flashback 24 de Diciembre

- ¿Y tú que tal las clases? – le preguntó su tía mientras cenaban todos juntos

- Bien, la verdad es que me gusta mucho la carrera.

- ¿Te adaptaste bien a vivir sola? – le preguntó otra tía suya

- Si. Aunque bueno. Sola sola no estoy, tengo amigos en la resi y eso lo hace más ameno.

- Y algún novio tendrás también. – volvió a preguntar su tía levantándole una ceja.

Bum, la pregunta del millón que estaba intentando evitar. Intento sonar natural y sonreír un poco, aunque nunca le costó tanto fingir como entonces.

- Jajaja, que va, con los estudios no me queda tiempo.

- Eso dijo tu prima Irene el año pasado y este año está cenando en casa de su novio. – dijo su tía riéndose.

Miriam le rio la gracia e intentó no decir nada más para no alargar esa incómoda conversación.

El problema vino cuando después de la cena fueron unos tíos paternos los que sacaron el tema, y posteriormente su abuelo materno otra vez al abrir los regalos.

Estaba tan harta que en cuanto pudo se escaqueó para irse a la cama. O al menos eso creyó hasta que al ponerse el pijama alguien llamó a su puerta.

- Soy yo - reconoció la voz de su hermano

Se acercó a la puerta y le abrió para que pasase.

- ¿Qué ocurre? – le preguntó

- No sé, dímelo tú, que eres tú la que está huyendo.

- No es nada. Solo que estoy cansada y mañana tengo que estudiar antes de ir a comer a casa del abuelo y me quiero levantar temprano para que me dé tiempo.

- Ya, y los comentarios de la cena no tendrán nada que ver con eso.

Sin previo aviso Miriam comenzó a llorar.

Todas las flores / Miriam2Where stories live. Discover now