Capítulo 15: Malentendidos

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Nada más colgar la llamada se quedó mirando a Mimi en su cama y se empezó a preguntar dónde narices iba a dormir ella.

Su primera idea fue bajar a recepción y pedir que le dejasen una cama plegable, como habían hecho cuando vino su hermano. Sin embargo, la idea quedó descartada cuando bajó y vio que no había nadie en recepción. Esperó algunos minutos, pero como no aparecía nadie volvió a su cuarto.

Se quedó un rato mirando la cama, hasta que al final decidió que la única solución que tenía era meterse a dormir con ella. Así que eso hizo finalmente. Después de intentar mover las sabanas sin despertar a la rubia, consiguió meterse en la cama, algo apretujada e intentó dormir.

-.oOo.-

A la mañana siguiente Mimi se despertó confundida y notando unos brazos abrazándola.

Miró a su derecha y vio una melena rizada, y al incorporarse vio la cara de Miriam durmiendo plácidamente. Sonrió ante esa escena. Se miró a sí misma y vio que llevaba el chándal que tenia de repuesto para después de ducharse al salir de baile, y recordó todo lo sucedido la tarde anterior y supuso que se habría quedado dormida y no la quiso despertar.

Su primer instinto fue asustarse por no haber avisado a su madre, pero al alcanzar su móvil vio un mensaje suyo diciéndole "Avísame cuando te despiertes... anda que avisas que duermes fuera" y se preguntó cómo sabía que se había quedado dormida en casa de una amiga.

Intentó salir de la cama, pero no lo consiguió porque estaba pegada a la pared y Miriam bloqueaba el paso para salir. Por suerte la alarma de la gallega empezó a sonar, despertándola.

- Buenos días – le susurró la rubia

- Hombre, mira quien se despertó – dijo bostezando Miriam

- Perdón, me tenías que haber despertado.

Miriam rodó los ojos

- Llamó tu madre, y se lo cogí para que no se preocupase. Espero que no te haya molestado.

Mimi negó con la cabeza, entendiendo el por qué del mensaje de su madre. Miró la hora en su móvil y vio que era muy tarde y que si quería ir a su casa a cambiarse y poder volver para llegar a clase tenía que salir pitando.

- Oye, que gracias, pero me tengo que ir yendo, que si no no llego a clase.

- Tía, quédate a desayunar y te dejo yo algo de ropa, y ya está.

- Que no, que no quiero molestar más.

Después de un rato discutiendo Miriam consiguió convencerla de que se quedase. Desayunaron leche con galletas y después Miriam le dejó elegir algo de ropa para no ir a clase en el chándal en el que había dormido. También le prestó un cuaderno y un pequeño estuche con algunos bolis para que pudiese coger apuntes ese día, ya que no se había traído la mochila.

- Ya si eso otro día vienes y me lo devuelves, no te preocupes. – le dijo antes de cerrar la puerta de la habitación.

Estaban a punto de salir de la residencia cuando oyeron a Ricky gritándoles por detrás.

- ¿Tú que haces aquí, maricona?

- Emmm bueno, me he quedado a dormir con esta – dijo Mimi señalando a su amiga

Ricky levantó las cejas y la miro con picardía.

- Si es que ya sabía yo que ibais a acabar follando aunque tú dijeses que ya pasabas de todo. Lo que no me esperaba es que fuese tan pronto.

Pálida y paralizada. Así que quedó Mimi con lo que dijo Ricky. A los pocos segundos su color empezó a tornarse rojo y puso cara de enfado.

- Vete a la mierda, gilipollas. – dijo antes de salir de allí dejándolos a los dos con cara de sorprendidos. A Miriam por la confesión de Ricky y a Ricky por no entender que había dicho mal.

-.oOo.-

- ¿Entonces solo se quedó a dormir? – le preguntó Ricky a Miriam mientras caminaban hacia la facultad.

Miriam asintió con cara apenada por lo que había sucedido.

- Lo que he dicho antes era una broma, eh. Osea, ni que a Mimi le gustases o algo. – intentó mentir sin mucha eficacia llevándose una mirada de acusación de la gallega – Bueno, vale. Un poco si, por eso se ha puesto así. Pero no se lo tengas en cuenta que podéis ser amigas sin que eso interfiera... - intentó aclarar

- Quiero hablar con ella esta tarde

- Bueno, no sé yo si ella va a querer hablar contigo ni conmigo. Ni siquiera creo que nos coja el móvil hasta que se le pase...

Miriam suspiró resignada.

Llegaron al cruce donde se tenían que separar para ir a sus respectivas facultades y decidieron que le contarían al otro si sabían algo de Mimi.

Por desgracia eso no pasó, ya que al volver de clase Ricky le escribió diciéndole que la había buscado en la facultad en los cambios de clase y que no la había visto y que seguramente no hubiese ido a clase.

Por la tarde tampoco apareció en la clase de baile, lo que empezó a preocupar a Miriam. Al finalizar la clase les preguntó a las chicas si sabían algo de ella. Le contestaron que les había escrito por un grupo que tenían que se encontraba muy mal y que esa tarde no podía venir.

Le llamo la atención la cara que puso Saydi cuando sus compañeras dijeron eso, así que Miriam se acercó a ella a solas para ver si sabía algo. Por el nerviosismo que mostraba se notaba que había hablado con Mimi.

- Está bien, pero no quiere hablar con nadie. Ni si quiera me ha querido decir que le pasaba – aclaró Saydi.

- Yo sí que lo sé – dijo en casi susurrando – Por eso quiero hablar con ella.

Saydi intentó enviarle un mensaje y para su sorpresa si le contestó al momento. Estuvo un rato peleándose con ella para que le dijese lo que le pasaba, pero lo único que consiguió fue un "Ya hablamos mañana"

- Pídele que quede a comer contigo mañana - le intentó pedir Miriam

- Pero mañana ya he quedado – dijo la morena sin entender lo que pretendía hacer.

- Pero yo no, y conmigo no va a querer quedar - aclaró Miriam.

Saydi dudó sobre su propuesta, pero al final aceptó. Estuvieron un rato intentando convencer a Mimi de que "quedase con Saydi" día siguiente, y aunque les costó mucho al final lo consiguieron.

Todas las flores / Miriam2Where stories live. Discover now