Prólogo

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—Yo lo siento mucho no

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Yo lo siento mucho no..

—¿Qué ocurre?

La joven en frente de ella apenas podía limpiar las lágrimas que rodaban por su rostro.

La bebé, la bebé...falleció y entonces volvió a partir en llanto .
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—KIAA!!! —despertó de golpe, su pecho subía y bajaba, lágrimas corrían por su rostro, otra vez ese sueño; ese maldito sueño.

Secó los rastros de lágrimas en su rostro y recorrió con desgano los pasillos de la ya no tan lujosa casa, ahora tan humilde a la vista del espectador como cualquier otra, destacandose en las paredes los dibujos de cuando era pequeña, tantos recuerdos... que hacían que sus manos volvieran a sudar al recordar el fatídico sueño. Finalmente bajó las escaleras encontrar a su madre fregando los trastes en la cocina.

—Ah, hija ya despertaste —dijo la mujer mayor regalandole una sonrisa a su hija. Su madre siempre le aliviaba por completo tan solo con un minúsculo gesto.

—Mamá, si quieres puedes dejar los trastes, yo me encargo. Llegarás tarde a tu trabajo —le dijo amablemente en un tono adormilado tomando los trastes para luego proceder a limpiarlos.

—¿Hoy también saldrás?

—No me lo recuerdes —su voz se escuchaba desanimada, un bostezo se escapo de su boca mientras metía en agua algún que otro cubierto —. No creo que al final de todo esto logre conseguir un trabajo, aunque sea de ayudante en una cocina.

—Sabes, que no estás obligada, a trabajar, si la marea no está de tu lado, cariño —aconsejó con cierta aflicción en el rostro.

Era verdad lo que decía, no tenía una buena racha, llevaba unas semanas desempleada y a todos los lugares que recurría no hacían más que cerrarle la puerta en la cara. Sin embargo, quería ayudar, no solo en las tareas de la casa, sino también aportando fondos para pagar los impuestos.

—No te preocupes, veré que puedo conseguir hoy.

—Bueno, en ese caso, suerte, tengo que ir al trabajo —mencionó mientras besaba la frente de Kagome tiernamente.
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—Ya voy papá! —exclamó la pequeña niña que bajaba las escaleras y corría en dirección a la sala de estar.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora