«Una lágrima al mar» I

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«Realidad»

Higurashi Kagome nació el 20 de mayo del año 2000, en la capital de Japón, Tokyo. Fue criada desde niña en uno de los mejores distritos de la ciudad, y en lo que, por no considerarse una mansión, podríamos llamar una gran casa y nunca tuvo carencias a lo largo de toda su niñez. A este punto, todos deben haber caído en cuenta de que la procedencia de Kagome, se trata de una familia con un incentivo monetario pudiente y grandes fondos, no obstante a esto, altamente disfuncional.

Hablemos un poco acerca de los integrantes de esta familia:

El padre de Kagome, Higurashi Kamui, ojos café, cabello azabache y una tez pálida, en la que resaltaban ya algunas arrugas y grandes ojeras, debido al paso de los años y también, al estrés que llevaba en su vida diariamente. Todo esto sin añadir el gran daño que de manera lenta efectuaba el alcohol y su adicción a esta sustancia.

Un gran empresario a la vista de todos, quien en sus inicios fue el sustento y el pilar económico de la familia Higurashi. En su hogar y en la compañia de sus consanguíneos no era más que un alcohólico, sus preocupaciones y mortificaciones le habían convertido en eso, en un maltratador, un esposo sin valor alguno, descargaba sus impulsos cometiendo acciones violentas hacia Naomi, su esposa, a quien había amenazado de muerte si ejecutaba alguna acción legalmente en su contra. Bajo los efectos de la droga había procreado un hijo ilegítimo al cual mantenía bajo su custodia por obligación, pero no dudaba en violentar cuando tenía la oportunidad. Pasaba largas temporadas fuera de casa, volvía irregularmente, quedándose entonces por un tiempo indeterminado y altamente variable, Naomi sabía que aquellas largas temporadas no solamente las empleaba en su agotador trabajo como director de la compañia Higurashi, sino también, con mujeres más jóvenes.

Higurashi Koga, el medio hermano de Kagome concebido a causa de jina infidelidad, nació, y con su llegada a la vida, le fue arrebatada esta a su joven madre, haciendo que el pequeño se viera en la obligación de convivir junto a su padre en su residencia. Kamui no dejó de cambiar con el paso de los años, cada vez se convertía en alguien peor, cada vez su dependencia de las bebidas alcohólicas se hacía mayor, cosa que lo llevó a su final.

Aquí es cuando empezamos a describir a través de simples palabras a Higurashi Koga. Natural la provincia de Osaka, también la provincia natal de su difunta madre, a la cual no pudo conocer. Esta murió a las pocas horas de haber dado a luz a su único hijo, fruto de un amor furtivo con un hombre rico, y casado. El pequeño Koga, con los rasgos faciales de su padre y los ojos color océano de su madre, creció entre los miembros de la familia Higurashi, siendo siempre escondido, por representar una infidelidad, una falla, algo que nunca debió ocurrir. Su padre se ocupó de nunca presentarlo a sus colegas de trabajo en fiestas y dejarlo encerrado en su habitación mientras alguno de sus amigos visitaba la gran casa, exceptuando a su médico, que se ocupaba de curar sus heridas una vez que su padre había pasado los límites de lo violento, su progenitor no hizo más despreciarlo y recordarle que nunca debió haber nacido durante toda su existencia.

En la parte material, Koga nunca tuvo carencias, sin embargo por el mismo motivo de antes, por aquel maldito deshonor que sentía su padre con tan solo mirarle, Koga nunca pudo asistir a las mismas escuelas lujosas que su hermana mayor, Kagome. Desde que se dio cuenta de que ella siempre recibiría más beneficios, por ser una hija legítima, empezó a odiarla, detestarla con todo su ser, y siempre y cuando tuviera la oportunidad hacer de su vida un infierno. Fue entonces cuando empezó todo, cuando Koga empezó a romper los juguetes de Kagome y simplemente decir que había sido ella misma, cuando empezó a destruir las tareas escolares de Kagome, haciendo que esta tuviera que recomenzar desde cero, cuando empezó su venganza, en general.

Koga siempre tuvo envidia de como Kagome era mimada, al menos materialmente, por su padre.

Sin embargo, Kagome nunca rechistó. Siempre dejó que Koga hiciera de las suyas, como toda una idiota. Siempre con la convicción de que algún día su hermano dejaría atrás sus rencores y podrían ser un par de hermanos como los demás.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Where stories live. Discover now