ᴄαρíтυℓσ 10

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Desagradables pensamientos inundaban su cabeza, ahora fruncía el ceño, pues aquellas palabras que la lastimaban siempre eran reproyectadas en un horrendo sueño

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Desagradables pensamientos inundaban su cabeza, ahora fruncía el ceño, pues aquellas palabras que la lastimaban siempre eran reproyectadas en un horrendo sueño. La actitud de su hermano...la pelea con Inuyasha. Su mente le jugaba muy malas pasadas, ya era costumbre. De un momento a otro sus párpados fueron bruscamente abiertos al estar en su límite. Sobó su cabeza en un intento de calmar el mareo que la azotaba. Odiaba cuando pasaban cosas así, pero hace tan solo unos años atrás, las pesadillas en vez de sueños ya se habían vuelto algo común.

Una sonrisa se dibujó en su rostro aliviandola por completo, a su lado dormían padre e hija unidos por un ameno abrazo, su rostro reflejaba tranquilidad y satisfacción. Al parecer habían tenido una mejor noche que ella.

Dirigió su vista hacia el reloj que adornaba la mesa de noche de la menor, apenas y eran las siete de la mañana. Sabía que no reconciliaría el sueño nuevamente, entonces sigilosamente se levantó de la cama cuidando no provocar ningún ruido.

Luego de tomar un baño y hacer sus necesidades básicas, condujo rumbo a la cocina. El dispositivo móvil hizo un pequeño sonido indicando la llegada de un nuevo mensaje, la chica maldijo, cualquier sonido por muy insignificante que fuera podía perturbar el ligero sueño que tenían sus compañeros de apartamento.  Siseó con sus labios como si el celular tuviera vida propia y entendiera sus señales. Al saber de quien se trataba la mueca que hace tan solo unos segundos se había formado en su cara desapareció, era Sango.

"¿Vendrás hoy?, tengo algo muy importante que contarte "

—Cierto... —musitó para si misma.

Hace tan solo unos días había quedado con Sango en hacer una visita a su casa, esta había insistido mucho en los últimos días ya que, según ella, necesitaba consultar algo en su presencia, por desgracia tiempo después Moroha enfermó impidiéndole realizar dicho encuentro. Lo había olvidado por completo. En un momento pensó en disculparse y negarse a ir, pero podría jurar que el estado de salud de la menor era mucho mejor, y le permitiría viajar hasta la residencia de su amiga.


La idea mencionada antes fue inmediatamente descartada de su cabeza. Realmente necesitaba despejarse, sacar de su cabeza la aparición y discusión con su hermano, el túnel que conduce hacia el arrepentimiento por haber tratado tan mal a Inuyasha en su momento. Él no merecía pagar por las imprudencias de su hermano, pero lo había hecho, gracias a ella. Esos pensamientos solían acudir a su cabeza haciéndola sentir culpable, era algo que la mantenía tensa.  Necesitaba relajarse y, ¿qué mejor idea para hacerlo que visitar a una amiga?

Últimamente Sango y la azabache eran muy apegadas, casi inseparables, la chica que había empezado como la guía de Kagome en la ciudad de Tokyo en muy poco tiempo se había convertido en una gran amiga a la cual Kagome valoraba mucho . Sango es de aquellas personas que con su agradable y simpática personalidad logran cautivar tu corazón fácilmente, es de esos que te entregan tu amistad sin pedir nada a cambio, personas que pasan muy poco en la vida. Gracias a ella ahora podía caminar libremente en la ciudad sin perderse, aunque según la mayor, aún le faltaba mucho por conocer.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Where stories live. Discover now