ᴄαρíтυℓσ 02

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—Emm

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—Emm...—Kagome rompió el silencio que hasta el momento había entre los dos.          —Muchas gracias, por lo de...por lo del taxi, fue muy amable de su parte.

—No es nada, no debes agradecermelo, al final yo era el interesado no?

Otra vez ese maldito silencio entre ellos dos...

—Bueno supongo que ya es momento de que me valla, deben estar esperando por mi en la empresa. Sube, la segunda habitación a la izquierda, allí está Moroha—mencionó mientras tomaba las llaves del auto —, se me olvidaba, no permitas que Moroha esté despierta hasta después de las 9:00 pm. luego en la mañana no querrá levantarse. Adiós Higurashi.

Era el momento. Hora de hacer su trabajo.

Como el chico le indicó, subió al segundo piso de la casa degustando la linda decoración que este apartamento ofrecía, un tono crema teñía las paredes y al parecer de un buen gusto pictórico era poseedor Taisho, caminó lentamente hasta encontrar la habitación de la pequeña.

Una vez allí pensó en entrar, pero creyó que tal vez la niña se llevaría una mala impresión si entraba a su habitación sin permiso. Así que toco la puerta y sintió como era correspondida por una dulce voz.

—Pase —dió permiso la pequeña niña que se encontraba sentada en su cama batallando ferozmente contra los nudos en su cabello.

Kagome paso y pudo apreciar la linda habitación de la niña de apróximadamente  5 o 6 años de edad.

Al ver la lucha de Moroha sonrío y dejo la caja de cupcakes a un lado para sentarse al lado de la pequeña.

—Permíteme ayudarte —le ofreció mientras tomaba el peine entre sus manos —, debes empezar despacio, puedes lastimar las hebras de tu cabello —acto seguido, procedió a cepillar el cabello de la niña, cuidando no dañar ni provocar dolor.

Por otro lado la niña estaba fascinada con la delicadeza que poseía la mayor. Nunca en su vida alguien había tenido tanta paciencia con su cabello. Su padre era un asco en cuánto a los temas de chicas. No sabía como había sobrevivido todo este tiempo con una niña a su lado.

—Bueno, también traje esto para ti, ten —la azabache le enseñó el obsequio que había preparado.

—En serio es para mi? –su cara reflejaba su entusiasmo —¿qué son?

—Descúbrelo por ti misma —sonrió tiernamente.

La niña siguió las ordenes de la mayor y se dislumbró con el contenido de la pequeña caja.

Al momento el olor de los trozos de fresas y grajeas inundaron la habitación.

—Son...son cupcakes!!! —exclamó emocionada.

—Si, los hice especialmente para ti, pensé que te gustarían y al parecer.... acerté.

—Fue muy amable de tu parte!!!...—volvió a exclamar mientras se abalanzaba a la chica mayor, en realidad no sabía su nombre.

—Kagome, me llamo Kagome.

—Muchas gracias!!!

Al parecer su padre tenía razón y no todas las niñeras tenían que ser iguales...Kagome era la exepción...

—Bueno... que esperas...no vas a probar siquiera uno?

—Por supuesto que los voy a probar —la pequeña dirigió una mirada maliciosa a la caja con dulces.
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Luego de cenar, hablar y jugar todos los juegos que se le ocurrían a Moroha, dos feminas se encontraban tendidas en la cama de la niña viendo una película como por 3ra vez, Moroha tenía la convicción de que esta vez su personaje favorito sería el que ganaría la pelea, ignorando todo lo que pasaba en verdad en esta, a Kagome solo le quedaba la opción de seguirle la corriente, los niños de su edad aún no comprenden cosas así. Sin haberse enterado violaban la única regla que había impuesto el padre de la pequeña. En cualquier momento podía llegar  y encontrarla en el acto.

—Moro...—se detuvo al ver que la niña ya se encontraba dormida, le tapó con una cobija y miró el reloj —Diablos...                  —murmuró para si misma al ver que eran practicamente las 11 de la noche,  ya era hora de irse, ya Moroha dormía y estaba arropada, de seguro a estas horas su madre estaba pensando  que le  habían secuestrado. Tuvo la intención de salir pero la detuvo la voz de la pequeña dormida a sus espaldas.

—Kagome-chan, quédate —musitó mientras le tomaba del brazo.

—No estabas dormida?

—Por favor no te vallas Kagome-chan, quédate esta noche conmigo —suplicó mientras le miraba haciendo un puchero.

—Solo hasta que te duermas —puntualizó y se acomodó a su lado.

—Bien! —dijo la niña abrazando a la mayor.

Sin darse cuenta fue Kagome quien se durmió primero...

(...)

Rayos...—maldije por el dolor de cabeza que me azotaba.

Tantas reuniones y cuentas están afectando mi cabeza....

Debería tomar un descanso pero...simplemente no puedo...

Ayer había llegado a casa a las  12, era la reunión más larga a la que había asistido.

Salí de la habitación sin camisa, da igual, quien me iba a ver?, se suponía que Moroha aún estuviera dormida.

Eché un vistazo a la habitación y me pasmé ante la imagen de la más pequeña y la chica a la que había contratado para cuidarle el día anterior, sumidas en un abrazo.

Acaso...se quedó a dormir con Moroha?

Me acerqué más a las dos chicas contemplando la figura de la mayor mientras dormía. Pasé una mano por su rostro, no sabía exactamente por que aquella chica llamaba mu atención...por que me recordaba a alguien de su pasado?

Sentí como ardía mi rostro, una mano se había incrustado en su mejilla.

Le había dado una galletada?

Continuará...

Continuará

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Hi, ya se anduve desaparecida por algún tiempo pero aquí toy para ustedes my inspireishons.
Solamente les quiero anunciar, va a haber actualización...

M i é r c o l e s  &  D o m i n g o

Sin mas que diceishon me despedeishon.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon