ᴄαρíтυℓσ 28

29 10 0
                                    

-Hola.-anunció Koga entrando por la puerta de la habitación que se le había asignado.

-Hola hijo. -le respondió mientras acomodaba sus prendas en unos percheros. -¿Te encuentras bien? Casi no comiste hoy en la noche.

-Claro. Soy de poco comer, solo que Kagome sigue insistiendo en que algún día de estos se me tiene que abrir el apetito nuevamente.

Su madrastra sonrió.

-Kagome, siempre preocupándose por ti.

-Si...

-Pero no fue para hablar de Kagome que viniste ¿pasa algo?

Koga volvió en sí luego de unos segundos. Se sentó en la orilla de la cama y miró hacia el piso, fingiendo pena.

-Necesito un favor tuyo.

-¿Cuál?

Levantó la mirada y divisó a su madre al lado suyo, con su mano, ya un tanto arrugada sobre la suya.

-He estado pensando y me siento mal por no poder ayudar a Kagome...-de un momento a otro sacó un tono quebrado, dándole dramatismo al momento-, la pobre, lo lleva todo en esta casa al igual que Inuyasha. Así que estaba pensando en qué... quisiera conseguir un trabajo y de seguro Inuyasha puede conseguirme uno en la empresa donde ahora se encuentra trabajando, puedo hacer cualquier cosa, lo que sea.

Naomi miró a los ojos del joven y asintió.

-Supongo que quieres que hable con él ¿no?

-Sí... es que, me da pena hablar con él ¿sabes? nunca hemos tenido interacción y ahora yo pedirle eso... sería muy maleducado de mi parte.

La mujer se pensó lo que decía. Sí era sincera, se sentía avergonzada ella también, pues ya una vez le había pedido a Inuyasha un favor de ese tipo, y el volver a hacerlo, era un tanto interesado de su parte. Inuyasha no estaba en la obligación de buscar un trabajo para Koga, pero considerando la situación, se dió cuenta de que su hija se esforzaba cuidando a esa pequeña para luego tener que mantener a su hermano que literalmente no hacía nada -por razones "justas"- pero en realidad aquello no cambiaba nada.

Entonces se sintió en la obligación de ayudar a Kagome, quien a pesar del conflicto con su hermano había accedido sin reclamos a brindarle hospedaje en aquel departamento que en una parte, había sido conseguido con su esfuerzo y dedicación.

Asintió ante el pelinegro.

-Está bien, te ayudaré, hablaré con Inuyasha, pero aún así, no te garantizo nada seguro.

El chico sonrió para sus adentros, complacido con el resultado de la charla con su madrastra. Sabía que lo ayudaría, siempre caía ante esos ojos de cachorrito herido, y más sí era en temática 'ayudar a Kagome'

-Yo me recostaré, ya es tarde-anunció y Naomi se le unió.

Los próximos días serían muy largos.

୨♡୧

-Claro que no será una molestia Higurashi-sama, como dice... si justamente estábamos buscando una plaza para copero, la gente está muy disgustada, porque ahora se tienen que tomar la molestia de ir hasta la cafetería para poder conseguir un poco de café, después de que el último copero renunció todo ha sido muy difícil.

Koga sonrió desde el umbral de la puerta, la luz que provenía de la ventana lo iluminaba levemente, pero su presencia seguía siendo ajena para los ex-compañeros de trabajo. La pequeña Morona salió de su habitación y se posó a su lado, causándole un pequeño escalofrío.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt