Ella no sabía lo que hacía, era muy joven para comprenderlo...
Aquella bebé no tenía culpa de nada, solamente era una inocente prueba de su gran error...
.
.
Hace algún tiempo un hecho cambió radicalmente la vida de dos jóvenes. Un hecho marcado po...
-Simplemente me quedé pensando en lo que dijiste en la cena.
... -Pensé quesaldríasconesatalKikyo... ...
-¿Cómo lo sabias?
El corazón de Kagome se rompió en pedazos al saber que verdaderamente esa mujer le había propuesto salir a Inuyasha. Suerte tenía de que no hubiera aceptado.
-¿Entonces era verdad? ¿saldría con esa... -maldijo en un susurro casi inaudible.
-¿Que dijiste?
-Nada importante -entonces admirando el rostro de Kagome, Inuyasha comprendió el porque de la actitud de la antes mencionada.
-Creo saber que te pasa -miró hacia delante sintiendose victorioso de su "veredicto".
¿Ah?
¿Era que por fin había dado?
-Estás celosa -esas dos palabras retumbaron en su interior.
Ya no eran adolescentes, claro que no, sin embargo, esa frase le recordaba a esa frágil etapa de su vida, el tiempo de los caprichos y las tontas declaraciones, simplemente por el tono en el que fueron pronunciadas. Su ritmo cardíaco aceleró a más no poder y su cabeza ya no daba más tratando de imaginar una respuesta para tal insinuación.
-¿Celosa yo?
-Todo indica a eso -sonrió asustando a la azabache -. Si no es eso, ¿me puedes explicar que te pasa?
Y es que si, hasta para la misma Kagome era un misterio el porque de su actitud, impulso y sentimientos. Sin embargo Inuyasha parecía estar muy seguro de lo que decía ¿cómo le iba a contradecir?