Capítulo Tres: ¿Podrás Seguirme?

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Baruk

—No puedo creer que estés aquí —. Sonrió con los ojos cerrados cuando juntamos nuestras frentes—. Pensé que nunca más volvería a verte. Te busqué en cada rincón del mundo, nadie sabía nada de ti y eso me preocupó. 

Yo negué y besé su frente.

—Estoy aquí, mi sol —sonreí—, volví.

—¿Dónde estuviste? —acarició mi rostro—, ¿Te trataron bien? ¿Pudiste escapar? Por favor, dime, ¿Qué pasó contigo, mi amor?

—Tuve que ir con una persona que necesitaba mi ayuda —negué besando su mano—, tenía que regresar a este lugar hasta ahora para salvar a mi familia del caos.

Ella me miró confundida y después vio a los chicos detrás de nosotros.

—¿Quiénes son?

Yo miré a mis hermanos y sonreí.

—Son mi familia, mi sol —besé su mejilla mientras ella los miraba aún—, él es Nalu y ella es Nora. Son mis hermanos.

—Trillizos en realidad —. Nalu asintió aclarando un punto que no importaba mucho.

Los tres éramos totalmente distintos.

—Nadie creería eso viendo nuestras caras —Nora negó—, pero sí, somos trillizos.

Liv los miró confusa, sin embargo, no pudo decir más cuando un grito fuerte se escuchó provenir de la casa.

—¡Naby!

De inmediato vi a dos chicas de cabello rubio correr hacia mí para hacerme caer de nuevo contra el suelo.

—Naby —Shelby tocó mi frente y sonrió—, ¿Eres tú? ¿Estás bien?

—Dioses, Liv. Lo golpeaste muy fuerte —. Guri miró mi nariz—. Debiste ser más cauta, es Naby.

Sin pensarlo, abracé a ambas con fuerza y sonreí.

—Las extrañé también.

—Y nosotras a ti, Naby —. Shelby me sonrió al separarse.

—La última vez que te vi eras más pequeña —reí. Estaba alegre de verla—. Y tú, Guri, creciste mucho, pequeña enana.

Guri me sonrió.

—Me salvaste.

Negué de inmediato.

—Ambas se salvaron, yo sólo les di tiempo —. Acaricié su frente—. No podría haber hecho menos, ustedes son como mis hermanitas, tenía que cuidar de ustedes y fallé. Lo lamento.

—No le fallaste a nadie, Naby —. Liv acarició mi frente—. Lo que importa es que estás aquí, de nuevo. Estamos juntos.

Yo asentí besando su frente.

—¿Y Eridan? —sonreí mirando hacia la casa—, quiero ver a esa niña loca, ¿Dónde está Hela? Ella ya me habría venido a golpear también.

Sobé mi nariz.

—Aunque me dejaría más feo de lo normal.

Liv borró su sonrisa y las chicas de inmediato se abrazaron.

—¿Qué pasa? —. Pregunté confuso.

Liv negó con su cabeza y de inmediato miró a Byron.

—Está bien, Burnaby debe conocer la verdad —. Asintió mi hermano con seriedad—. Siendo honesto, no quise contarle nada hasta que tú se lo dijeras primero. Es tu derecho como hermana de Eridan.

El Destino De Un Alfa © [PAUSADA]Where stories live. Discover now