Capítulo Veintisiete: Riesgos

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Nora

—Y básicamente eso es todo lo que aprendí con Torin.

Miré a Argus de pie mientras nos mostraba algunos escritos viejos que traía en un pergamino.

—Sé que no es la respuesta que queríamos, pero al menos nos dará algo de tiempo para aprender a usar las gemas sin correr el riesgo de que los demás sean lastimados —. Sonaba algo animado a pesar de lo que decía—. Es un plan b mientras nosotros buscamos la respuesta para que podamos hallar a la Luna sin... Ya saben.

Miré a Eros cuando tomó mi mano, él no me miró, sólo me tomó de la mano en silencio.

—Debe de haber algo más que se pueda hacer —Baruk negó con la cabeza—, no lo sé. Una manera en la que podamos hallar a la Luna sin necesidad de morir en el intento.

—Sabíamos que esto era arriesgado —mi hermano Nalu habló—, pero no contábamos con que pondría en riesgo lo que más amamos. No es posible que permitamos que eso suceda.

—Sé que no es fácil, pero se supone que esto no es a nuestro beneficio, sino por el de muchos más —Liv tomó la mano de Baruk para calmarlo—, y no me importaría ser de utilidad para que ustedes puedan recuperar lo que les pertenece.

—Pero podrías morir —. Baruk negó.

—Es una posibilidad —dijo Maya—, pero el mismo Torin dijo que puede que la gema sólo robe la energía que necesita, no que nos matará.

—¿Y cómo sabremos cuándo parará de absorber tu vida? —. Nalu estaba molesto—. No, me rehusó a que participes en esto de cualquier manera. No voy a permitir que te pongas en riesgo a ti misma por un destino que ni siquiera sabemos si es preciso o real.

—¿Tú qué dices, Em? —. Baruk preguntó.

Miré a Emdrick, él tenía su mano en el hombro de Die que se hallaba sentado mientras escuchaba todo el relato que Argus nos estaba dando. Ambos se veían tranquilos pero no lo suficiente como habitualmente solían estar, mucho menos Diederik; él siempre estaba animado y dando vueltas alrededor de Emdrick como pajarito recién nacido.

—No me gustaría que eso sucediera —negó con la cabeza—, nosotros hemos pasado por mucho y sé que es nuestra responsabilidad salvar a todos, pero, ¿El riesgo lo vale?

Miró a Die quien se mantenía callado pensando.

—Hice una promesa y no pienso romperla —. Suspiró intranquilo—. Debemos buscar una manera de hacerlo sin afectar a nadie, no hay más.

Sabía que Emdrick estaba asustado por Die, él ya había pasado por mucho y no sería justo que sufriera más de lo que ya lo hizo en su vida. Emdrick prometió que lo protegería de todo y sé que en sus planes no estaba el usarlo como fuente de energía de las gemas.
Se supone que el hallar a tu pareja debe ser un milagro y regalo eterno, ¿Ahora Torin dice que debemos entregarlo? No, me rehuso.

—¿Qué hay de ti, Nora?

Miré a mi hermano y negué con la cabeza.

—No voy a correr riesgo alguno.

—Eros también sufrió en ese choque —Liv miró a mi hombre—, ¿Tú qué piensas de esto?

—No quiero poner en riesgo mi vida y mucho menos la de Nora —negó de inmediato—, no quiero dar mi felicidad a cambio de una estúpida brújula.

—Debe haber una manera de hallar a la Luna sin necesidad de hacer un sacrificio como este —. Zia habló—. No sabemos lo que pasaría y si es que perdemos la vida en el intento, ¿Quién salvará a nuestros padres después? ¿Qué hay de las manadas?

El Destino De Un Alfa © [PAUSADA]Where stories live. Discover now