Capítulo Cuarenta Y Siete: Un Nuevo Miembro

663 75 13
                                    

Diederik

Estaba asustado, no iba a mentirme en eso, pero mientras que Emdrick peleaba para defender a nuestra familia, yo tenía que ser un poco más tolerante con el dolor que ahora mismo sentía.

—Vamos, pequeño Em —susurré acariciando mi abdomen—, tienes que calmarte, a papá le está costando trabajo respirar justo ahora. 

Cerré mis ojos un instante y respiré profundo justo como Emdrick me había enseñado a hacerlo para controlar mi cuerpo.
Sabía que de alguna manera esto me estaba haciendo dormir y comer de manera inoportuna, pero por todos manjares del mundo que tenía hambre de verdad. El pequeño Em no dejaba de removerse en mi interior causando una gran presión que no me dejaba respirar con normalidad, pero no quería admitir que estaba cansado, así que decidí ocultarlo.

Em ya tenía mucho de qué preocuparse ahora, no debería cargar conmigo también. Lo importante es nuestro hijo, es lo único, yo puedo esperar.

—Ven aquí.

Sentí unas manos jalarme hasta hacerme sentar en una silla realmente cómoda.

—Sé que debes estar exhausto justo ahora —la chica rubia se inclinó para verme—, es normal, un bebé se está alimentando de ti mientras tú tratas de salvarlo. Es natural que sientas que tu cuerpo se agota más rápido de lo normal.

—No estoy cansado —susurré acomodándome—, es sólo que no puedo respirar bien entre tanta conmoción.

—Razón suficiente para estar cansado —. Ella empezó a cortar un poco de carne que estaba en la mesa a su lado—. Mandé a traer toda la comida que se me ocurrió, ya sabes, lo que sé por experiencia.

Miré a la chica rubia entretenida y no pude evitar pensar que ella era muy hermosa, claro, se parecía a Romily.
Su cabello largo y rubio estaba peinado en una trenza elegante, además, sus ojos azules resaltaban en su piel blanca que la hacía ver como una doncella salida de un cuadro de arte. Como los que colgaban alrededor del castillo.

—Toma esto —. Ella dejó un plato con abundante comida en mi regazo.

—Gracias —. Susurré.

No quería desconfiar, pero sólo para estar seguro de lo que era, olfateé la comida primero para saber si era buena para mí.

—Veo que tienes un gran instinto de cazador —ella rió en voz baja—, eso es grandioso.

—Me crié por mi propia cuenta en soledad, viendo lo peor que la humanidad podría mostrarle a un niño —quizá hablé de más—, así que no confío en nadie más que en mí mismo, lo siento.

Ella asintió entendiendo a la perfección que yo no deseaba ofenderla, sólo era mi costumbre.

—Suena a que has pasado por mucho.

—No me quejo de mi vida, aprendí a ser una mejor persona de lo que mis propios padres lo fueron conmigo —me encogí de hombros al comer—, y gracias a su abandono pude conocer a Emdrick. La única buena persona que he conocido incluso siendo un demonio.

La única persona en la que confío es en Emdrick.

—Soy una cazadora, así que soy entrometida por naturaleza —ella me miró comer—, y debes disculparme si soy directa, pero dado que eres familia de mi nieto, debo saber, ¿Cómo es que te sientes ahora?

Yo la miré confuso.

—Tu manera de aferrarte a Emdrick, tus modales y lenguaje son distintos a los nuestros en muchos aspectos —yo miré mis manos. Estaban algo salpicadas por la sangre de la carne—, y no me mal entiendas, sé bien que tu vida debe ser perfecta justo como está ahora, pero, ¿Cómo te sientes tú?

El Destino De Un Alfa © [PAUSADA]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang