Capítulo 2: El nuevo Novio

11K 928 107
                                    

AUBREY

Conduje bajo las referencias que Alisa me dió. Tuve que ir muy atenta. Era un barrio bajo, de esos que no es seguro venir de noche sola...y bueno, viendo las pintas con las que me miraban, tampoco venir en coche.

Pude reconocer a Alisa en una esquina, estaba con la misma ropa de ayer. Un grupo de hombres le decía cosas desde la acera de enfrente y ella miraba a todos lados asustada. Aparqué a su lado y dió un respingo, pero volvió a respirar cuando bajé la ventanilla y me vió. Subió de inmediato y suspiró.

—Madre mía, casi me muero—es lo primero que dice.

Prefiero callar y salir de este barrio.

—¿Tienes una aspirina? Se me parte la cabeza— se pone una mano en ella y se apoya en la ventanilla.

—En mi bolso.

Se pone a revisar mi bolso que estaba en el asiento trasero.

—Gracias, por cierto.

—¿Qué sucedió?

— No lo sé, no lo recuerdo—vuelve a su asiento y me roba mi botella de agua para pasar la pastilla—. Desperté en una cama, sola y desnuda. No había nadie más que un perro atado en una de las patas de la mesa.

—Le hubieras preguntado donde estaba su dueño—bromeé y me rodeó los ojos—. ¿Desde cuándo te descontrolas tanto?

Alisa es una chica muy tranquila. Nunca la vi ebria, sí toma, pero no sobrepasa su límite. Es responsable y no suele irse de las fiestas con tipos que no conoce. Es muy sorprendente que eso haya pasado anoche. Solo me da miedo saber que pudieron hacerle.

—No lo sé—susurra. — Yo no me descontrolo. ¿Tú qué hiciste anoche? ¿No me viste...?

—No, estuve con Erick toda la noche. Estuvimos con sus amigos y fuimos a casa luego— los flashes de la noche anterior llegaron a mi cabeza de manera fugaz —. Ahora que lo recuerdo, cuando estaba por irme encontré a Jacob, me dijo que te había visto hablando con un chico, pero que parecías muy animada y que no me preocupara. ¿Era el chico del aeropuerto?

Está claro que dejar una persona a cargo de Jacob es el peor error que se puede cometer. Mi amigo es de esos tipos que lo único que piensa es en explorar su sexualidad al cien, tanto que a veces se olvida que tiene amigos.

Ayer era la primera noche en que había convencido a Alisa de no ser la madre protectora en las fiestas. Ayer se divertiría como nunca y Jacob sería el responsable del grupo.

Mala decisión.

—Oh, Dios— respira frustrada y se frota la cara entre las manos—. Recuerdo al chico del aeropuerto, pero luego está todo borroso.

No sabía cómo averiguar qué había pasado ayer con Alisa. No sabía cómo empezar a ayudarla, pero sin duda lo haría.

Mi teléfono comenzó a sonar mientras ella repasaba en voz alta todo lo que se acordaba. Mi abogado me llamó, le colgué y cuando frené en un semáforo me fijé en mi casilla de correos, había uno de Cole. Lo dejé para después y miré por arriba todos los correos que tenía pendientes. Dios, hoy será un día largo y agotador.

Dejé a Alisa en su casa y le aseguré que descubriríamos que había pasado y que no tenía porqué preocuparse. Después fui a la empresa a reunirme con mi abogado que ya me estaba volviendo a llamar.

Lo encontré con Cole frente a la puerta de mi oficina. Suspiré y me acerqué a ellos.

—Por fin, ¿Cómo se te ocurre desaparecer así?— me regaña Elías Sherman, mi abogado. Ingresamos a mi oficina y me senté detrás de mi escritorio—. ¿Sabes lo mucho que podíamos haber avanzado si no te hubieras ido? Podría haberlos convencido de sacar la demanda.

INSUPERABLES [•1]Where stories live. Discover now