Capítulo 35: Delfines

6.5K 562 79
                                    

DOMINIC

Aubrey Channing se ha metido en mi vida sin darse cuenta, sin pedirlo, sin intención de hacerlo. Pero lo ha hecho y sacarla ahora se me hace algo muy difícil de hacer, si no es que es imposible.

Todas sus facetas me gustan y eso es un problema, porque no hay retorno de eso. Jordan me lo confirmó cuando se lo pregunté, dijo que cuando te das cuenta que todas las partes de esa personas te gustan, no hay vuelta atrás. Eso le pasó con su esposa y ahora me pasa con Aubrey.

Todo de Aubrey me gusta y aún cuando me irrita, también me gusta. Su faceta empoderada, cuando es la jefa, mandona, grita y ordena; me encanta su faceta furiosa, se enoja, golpea, se calla y grita, cuando está furiosa es cuando más se abre y expone todo. Su faceta miedosa que es la misma que furiosa porque no sabe controlarla, entonces se refugia en el enojo. Después está Aubrey histérica y la que cambia de humor en menos de cinco minutos, esa es difícil de llevar pero solo hay que saber hacerlo. Y luego está la cariñosa, esa no la conocía y ahora qué si, es la que más me gusta. Verla relajada, disfrutando el momento, guardando recuerdos.

Y no olvidemos su faceta de mujer caliente. Cuando está excitada y con ganas de follar como loca, esa es mi favorita. Cuando se pone en modo pervertida, toquetona y provocadora. Si, con esa Aubrey me fascina lidiar.

Yo sé que tampoco soy fácil de llevar y que ella me maneje como se le antoje me acelera, me enciende. Para ella soy fácil, porque me tiene donde quiere y es en la palma de su mano. Lo peor es que lo sabe, sabe todo de mí y yo todo de ella. Nunca creí que me abriría tanto para una persona, pero vino Aubrey y ella misma se dió ese lugar.

Muchos la repudian, pues es una mujer que llega y tiene la atención de todos, es egocéntrica a mil, su arrogancia irrita a todos porque se cree la mejor y lo narcisista la tiene mal. Pero a mí no me importa eso, se me hace aún más atractiva y radiante. Porque yo también me vuelvo un dolor de culo con mi arrogancia.

Con Aubrey conecté en todos los sentidos y eso me asustó al principio, no quería encontrar lo que buscaba, en ella. Una loca perfeccionista, con complejo de superioridad. Pero la encontré, ella lo tiene todo. Todo lo que yo no quería pero de lo que más me enamoré.

Se supone que buscaba una pareja estable, con la que podría sentar cabeza, tal vez mudarnos juntos, acompañarnos y esas bobadas que hizo Jordan. Pero Aubrey me ha abofeteado las ideas y pateado mis metas para sentarse ella en el trono. Me ha hecho saber, sin darse cuenta, que sentar cabeza no significa tener una relación aburrida. Puede haber picardía, perversidad, indecencia, se puede tener fantasías sexuales y cumplirlas por más locas que sean. Yo no necesitaba encerrarme en una relación literalmente seria y volverme un hombre idiotizado. Yo la necesitaba a ella.

Y la idiota se irá en dos días. Siempre he sabido que Aubrey hace lo que quiere, cuando y como quiere. ¿Pero en serio? ¿Dos días? Se supone que busco una relación estable, no dos días. Pero ya qué, Aubrey pisotea todas mis ideas de una u otra manera.

— ¿Puedes dejar de pensar tanto y cogerme de una vez?

Esta es la Aubrey ardiente, que no tiene paciencia cuando de espera al sexo se trata.

— Ya va — refunfuño buscando el punto perfecto de la estufa. Apenas pudimos controlarnos hasta llegar al departamento, nuestra ropa quedó tirada por todo el piso de camino a la habitación y cuando llegamos nos dimos cuenta que una de las ventanas quedó abierta, así que hacía demasiado frío.

Volví a la cama y me metí entre sus piernas tapándonos por el frío.

—Oh, lo haremos cursi.

— ¿Taparse con una sábana es cursi?

INSUPERABLES [•1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora