Capítulo 18: Confundido

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DOMINIC

La escuchaba reír desde la habitación y eso me hacía sonreír como un idiota mientras batía el chocolate para ponerlo en el microondas. Estoy jodido.

Estábamos en mi casa, la había traído conmigo porque no quise dejarla sola. Ayer hablamos un montón durante la noche, miramos películas y sorprendentemente no hicimos nada, nada de sexo. A penas me dejó darle un beso de buenas noches. ¿Lo peor? No se sintió mal. De hecho, disfruté pasar tiempo con ella, aunque no hiciéramos nada.

Ayer se había ido a dormir bien. No tenía muchos dolores y su cara de culo había desaparecido. Pero hoy por la mañana se levantó llorando, no sabía si era una reacción de su período o si una pesadilla la había afectado. Ella me dijo que fue una pesadilla y decidí creerle, pero algo me decía que no era solo eso. Jamás había visto llorar a Aubrey y ni siquiera hoy cuando lo hizo pude verla, se tapó la cara y pronto se encerró en el baño. Así que no iba a dejarla en su casa así de mal, yo tenía que venir aquí a cambiarme y mandar un informe del último incendio. Así que la agarré, la vestí y me la traje conmigo. Obviamente se quejó todo el camino, pero no le quedó más que conformarse.

Por lo visto hice bien, porque apenas llegamos Tyler estaba en la mesada con un libro abierto estudiando para su próximo examen, ellos se pusieron a charlar como viejos amigos y en poco tiempo ambos subieron a la habitación de mi hermano a jugar a los videojuegos dejando atrás el estudio.

Atiendo el teléfono cuando este vibra en la mesa.

—Hola, mamá.

Hola, mi bebé, ¿Cómo estás?— responde.

—Muy bien, ¿Y tú? ¿Ya has vuelto de París?

Mamá celebró su tercer aniversario con su marido en París. Están allí hace algunos meses porque les gustó mucho la ciudad y se quedaron un tiempo más de lo que debían. Pero nos dijo que pronto regresaría.

Estoy bien y aún no volví, en una semana estaré allí. ¿Ya extrañas a tu madre, mi niño?

— Solo quiero saber cuánto tiempo más tendré paz.

Respeta a tu madre, ¿quieres?

Me río y espero a que estén los chocolates calientes. Mamá me cuenta de su viaje y de los lugares que estuvo visitando. Cuando los chocolates ya están listos agarró dos con una mano y sostengo el teléfono con el hombro para agarrar el último. Subo a la habitación de Tyler donde se oyen carcajadas.

— ¿Ese mi bebé? — pregunta mamá entusiasmada.

— Si, es ese.

Se está riendo mucho, me gusta.

— Hay compañía en casa.

Me detengo en la puerta, Tyler está gritándole a la pantalla entre carcajadas y desespero mientras Aubrey se retuerce en la cama de la risa, tiene que sostener su estómago y veo lágrimas en sus ojos.

— Tengan — les ofrezco los chocolates. Ambos paran y los toman.

— Gracias — responden a la vez y se sumergen en una conversación sobre el videojuego. Siguen riendo como si estuvieran drogados.

— ¿Está con una chica?— pregunta mamá.

— Si, una amiga — me quedo con el hombro apoyado en la puerta.

Oh, una amiga. ¿Y qué tal es esa amiga? ¿Crees que le gusta? ¿Mi pequeño niño ya estará por tener novia?

— Tranquila, tranquila, tal vez le guste pero no de la manera que crees, son solo amigos.

INSUPERABLES [•1]Where stories live. Discover now