Sentimientos vs Lógica

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Durante la mayor parte de su vida, Bruce Wayne, había sido conocido como un excéntrico filántropo, mujeriego con una vida fácil, pero la realidad era totalmente diferente, detrás de esa imagen, se ocultaba un hombre excesivamente trabajador, quien se había dedicado a cumplir con su papel de empresario con el cual consiguió grandes logros tecnológico que ayudaban a la vida de su ciudad, y al mismo tiempo desde la oscuridad de la noche, creó a Batman, un héroe encargando de llevar justicia a psicópatas, asesinos, monstruos, alienígenas, demonios y hasta dioses. Y finalmente, la tarea más complicada de todas la cual no tenía ninguna clase de horario, pero que la que lo había hecho sentir más orgulloso, se dedicó a ser padre de cuatro increíbles niños, con gran inteligencia y experiencias complicadas.

Realmente no era fácil el poder hacer funcionar su vida, y por ello cometía muchos errores y a veces se sentía perdido, pero afortunadamente con el tiempo consiguió grandes amistades y conexiones, tanto para su empresa, como para su vida personal, un claro ejemplo de esto eran Lucius, Alfred, Clark y el resto de compañeros de la "Justice League"

Curiosamente mientras los años transcurrían, su vida, no parecía volverse tranquila, su empresa estaba en un gran punto, por lo cual debía trabajar más, sus hijos crecían maravillosamente, pero experimentaban nuevas facetas y finalmente lo que quizás lo ahogaba y lo hacía sentir más cansado cada día, el ser Batman, se había vuelto una gran inspiración para mucho, pero ya no era tan joven, los enemigos se volvían más fuertes y aunque él se preparaba para superar cualquier misión, seguía siendo un humano con límites, y necesitaba que alguien se lo recordara.

Para eso estaba su amigo y compañero.

-La misión ha sido bastante difícil ¿acaso no piensas descansar? – la voz genuinamente preocupada de Superman fue lo único que se escuchó en el centro de comando de la Atalaya - Bruce, estas cansado y esta información se puede anexar en otro momento– Agregó para mirar ansiosamente las heridas de su amigo, y no eran para menos, su traje de murciélago tenía manchas de sangre seca, además estaba tan destrozado que se podían ver moretones en varias partes de su cuerpo.

-Bruce... Bruce... - siguió repitiendo su nombre, para captar su atención, sabía que estaba siendo ignorado, así que no se detendría hasta que le escuchara.

La última misión había sido demasiado intensa, al punto que dejó parte de la Liga agotada y en algunos casos necesitarían un tiempo de reposo, por ello todos los fundadores habían estado de acuerdo en que los participantes de dicho cometido necesitarían tomarse un descanso, pero como siempre Batman había sido el único en declinar esa solicitud, obligando a su agotado cuerpo a trabajar en los informes del caso, cosa que hizo que Clark enojar, pero para evitar conflictos, decidió no discutir con él abiertamente y permitirse ir a lo privado.

Necesitaba recordarle a su amigo que era un humano y como tal necesitaba descanso.

-Deja de molestar, y no me llames por mi nombre, estamos de servicio Superman – le regañó cortantemente, pero sin girarse a verle, desde que se había sentado se había concentrado en ignorar el dolor de su cuerpo y teclear el informe en la computadora central, mientras miraba de reojo los radares.

-Estamos los dos solos... Nadie me escuchará – le respondió cruzando los brazos, sintiendo más irritación en su interior – No necesito escanearte para saber que tienes tres costillas rotas, el dolor debe ser intenso – agregó frustradamente, para sin previo aviso colocarle un mano en el hombre.

En cuerpo de Bruce se estremeció, no había esperado ese contacto, debido a que por lo general nadie se atrevería a tocarlo de esa forma, pero Clark era especial, tenían demasiada confianza, y se conocían bien, aun así, su cuerpo se tensó debido al dolor en sus extremidades, así que solo pudo reaccionar agresivamente.

Conquistando a la Batifamilia - SuperBatWhere stories live. Discover now