Conquistando a la Batifamilia - SuperBat

Padre vs hijos

Ya habían pasado varios días y Bruce para ese punto se sentía como un completo inútil, durante su recuperación no le permitieron salir de la habitación ni tomar ningún equipo con el cual pudiera trabajar, realmente Alfred y los niños se habían dado a la tarea de no permitirle mover ningún dedo, para ellos era importante que su cuerpo se mantuviera descansando, pero ya era agotadora la situación, la había aceptado en un principio, porque un ardor alojado en sus musculo le restringieron su movilidad, y sus costillas rotas le dificultaron el respirar, pero ahora se sentía mejor y deseaba salir.

-Amo Bruce, ¿Qué está haciendo? – preguntó Alfred apenas entró y se percató que se encontraba levantado y listo para salir con su típica ropa casual – No piense que le permitiré salir de la mansión, aún está en recuperación – agregó con severidad y dispuesto a discutir, no iba a permitir que ese cuerpo que aun necesitaba recuperación, volviera a lastimarse, pero cuando reprenderlo nuevamente, Bruce levantó la mano irrumpiéndolo.

-Solo voy bajar al salón para ver a los chicos, me gustaría hablar con ellos – respondió para calmar al mayor, aunque por la mirada de este, no parecía conforme – Alfred es suficiente, me siento mucho mejor, y ya estoy harto de pasar tanto tiempo en la cama – respondió decisivamente para terminar de ajustar su camisa con ayuda de su espejo, y salir de la habitación sin esperar ninguna respuesta por parte del contrario.

-Como usted diga, amo Bruce – fue lo único que pudo murmurar el mayordomo para seguirle, con una expresión que denotaba una molestia contenida.

Alfred después de años de criar, cuidar y guiar a Bruce conocía muy bien cuando ya se encontraba en el límite de su paciencia, podía darse cuenta que había recuperado la suficiente energía y fuerza, para no permitir que le dieran más ordenes, ni regaño, ni mucho menos críticas, así que ahora haría lo que creyera conveniente, algo que solo causaba malestar al mayor, quien sabía que solo sería cuestión de tiempo para que volviera a patrullar.

Al llegar a la sala principal Bruce se encontró con una extraña escena, los chicos parecían estar teniendo una especie de discusión bastante seria y con una voz controlada para no ser escuchados, cosa que generó una gran sospecha en él, debido a que no era común verlos en una situación así al menos que estuvieran planeando algo grande, pero apenas avanzó, el débil ruido de sus zapatos los sobresaltó y los hizo callar con cierta brusquedad, en esos momentos era cuando más demostraban que estaban bien entrenados.

- ¡Bruce! – Dick fue el primero en darse cuenta, irrumpiendo la conversación y levantándose sorprendido - ¿te sientes mejor? ¿Es buena idea que estés levantado? – preguntó preocupado, y mirando a Alfred de reojo deseando saber si realmente estaba bien, pero el contrario solo suspiró para salir de la habitación sin ninguna respuesta clara.

-Viejo, te dijimos que era mejor que descansaras esos huesos rotos en cama – alegó Jasón bastante serio – Nosotros nos podemos encargar de todo por acá y Lucios tiene controlada la empresa, así que solo quítate de nuestro camino y descansa – agregó con seriedad, sinceramente el chico había estado muy preocupado por la salud de su padre, aunque intentara ocultarlo con palabras bruscas.

Por experiencia tanto Jason como Dick, no confiaban en el patriarca cuando se refería a su salud, normalmente siempre era Alfred quien les informaba del estado del hombre, debido a que Bruce era demasiado descuidado con su cuerpo, mientras que Tim y Damián preferían deducir que tan mal estaba, ya que, por lo general sentían que les ocultaban las cosas por ser los más pequeños.

-Estoy mejor y deja de decirme viejo – respondió con seriedad mientras regañaba al rebelde con un pequeño golpe en la cabeza y se abría paso entre sus hijos para sentarse en el enorme sofá – quería sentarme a hablar con ustedes ¿acaso hay algún problema en eso? ¿no me van a dejar estar en mi propia sala de estar? – preguntó desafiante, dispuesto a castigar quien le llevara la contrario, cosa que los chicos percibieron de inmediato.