Miedo vs Deseos

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Para Clark conseguir llegar a la habitación de Bruce había sido una odisea, pudo sentir como los cuatros chicos le miraban con deseos de matarlo, casi consideró que Damián le clavaría una Kriptonita por la espalda en el momento que estuviera subiendo las escaleras, pero afortunadamente Alfred fue quien tomó el control de la situación y le permitió seguir sosteniendo a Bruce para llevarlo a su habitación, muy probablemente si no hubiera sido así, habría estallado una pequeña pelea entre ellos y todo hubiera acabado mal.

-Señor Clark, ya preparé y acosté al amo Bruce, no vaya a quedarse demasiado tiempo, por favor – Solicitó el mayordomo con una gran calma, aunque Clark pudo percibir cierta amenaza en su voz, fue muy sutil, pero era claro que el mayor estaba genuinamente preocupado por el patriarca y que no iba a permitir que alguien lo siguiera agitado innecesariamente.

-Tranquilo Alfred, solo daré una última mirada y me despediré – respondió con una suave sonrisa, consiguiendo la aprobación del mayor, quien le miró gentilmente, para permitirle entrar a la habitación, no sin antes darle una última despedida.

Cuando Clark entró, su mirada se dirigió al hombre estaba acostado sobre una gran cantidad de almohadas que parecían hundirlo y sostenerlo delicadamente para que no pudiera moverse inquietamente sobre la cama, mientras que era arropado por una firme, pero elegante sabana, se notaba que Alfred había tenido especial cuidado para hacer que Bruce se sintiera realmente cómodo, hasta el pijama que estaba usando parecía solo acariciar su piel.

- Veo, que ya tienes sueño – decía con una dulce voz mientras se deslizaba sigilosamente hasta su lado, para apreciar el rostro adormilado de su amigo – o quizás ¿Necesitas más té? – preguntó con un toque de humor, para sentarse a su lado y apoyar la mano sobre la suya.

-N-no, no más... - respondió con cierta dificultad para verle gruñonamente, la especialidad que llevaba el té de Alfred era una planta somnífera, nadie sabía de donde la había sacado, pero era realmente efectiva, ya que, al hacer contacto con el agua soltaba una sustancia que provocaba mucho sueño a quien la bebiera, lo peor es que no tenía ningún sabor ni olor en particular, al punto que el patriarca tardó un tiempo en percatarse de lo que le estaba dando el mayordomo.

-No te puedes molestar, lo hace por tu bien, tu cuerpo está al límite – le acusó sin quitar su preocupación – Bruce, vas a matarnos si sigues así, Alfred no tiene edad para recibir estas noticias, los chicos no serían capaces de controlar su ira si te llegara a pasar algo y yo no... se que sería capaz – sintió su corazón oprimirse al terminar sus palabras, estaba exponiendo nuevamente la desesperación que sentiría si ya Bruce no existiera, aunque estaba seguro que no recibiría la respuesta que quería, su amigo pareciera siempre poner el deber por delante de sus cualquier cosa.

Desgraciadamente Clark, no podía criticarle ese hecho abiertamente de hacerlo sería tachado de hipócrita, él no era muy diferente, en realidad ambos eran héroes con grandes ideales de justicia, y además de un gran orgullo que siempre conseguía llevarlos al límite de sus habilidades, pero el que fuera Kriptoniano hacía toda la diferencia, aunque para Batman eso no era suficiente y provocaba que el super hombre solo pudiera preocuparse cada vez más y más, mientras se preguntaba... ¿Qué tenía que hacer para protegerlo de él mismo?

Esa pregunta ocasionó que el Superhombre se hundiera más en sus pensamientos, y por su parte Bruce solo podía luchar contra el sueño mientras percibía como sus sentidos se iban desvaneciendo, no era la primera vez que su amigo exponía su preocupación por su vida, pero quizás sí era la vez que más tenso y ansioso se encontraba casi como si realmente estuviera asustado, hasta el punto que sus ojos azules no parecían brillar como era lo usual, además que sus manos y hombros temblaban débilmente, y sin contar que su expresión era totalmente desoladora.

Conquistando a la Batifamilia - SuperBatWhere stories live. Discover now